Algunos padres parecen perderse entre las múltiples y variadas opciones de propuestas pedagógicas, planes educativos y recomendaciones de conocidos. ¿Qué debemos tener en consideración para elegir un buen colegio?
No existe la escuela ideal
Una premisa es esta: no existe la institución perfecta. Ninguna reúne todas las características que deseamos. Sí debemos plantearnos entonces, cuáles aspectos son “no negociables” y cuáles pueden pasar a un segundo plano. Debo hacer una lista de prioridades: cercanía, ambiente escolar, doble o simple escolaridad, nivel de exigencia, idiomas, religión, deportes/arte/música, plan de estudios, propuestas extraescolares y de fin de semana, etc.
Los desafíos de un mundo cambiante
Ningún padre es ajeno a los grandes desafíos que nos propone la sociedad actual con sus vertiginosos cambios. No sólo desde lo profesional y laboral, sino también desde las relaciones y la formación humana. El colegio de nuestros hijos debe tomar nota de esto y hacer frente a estos desafíos.
Valores y ambiente escolar
Este aspecto es muy importante y debe considerarse entre los primeros. La elección del colegio debe considerar los valores que se enseñan y el ambiente familiar y humano que lo integran, además de la propuesta educativa. Si hay contradicciones entre la prédica familiar y lo que se vive en el clima escolar, la escuela no será de ayuda para la educación de los hijos. Consideremos que los alumnos pasan mucho tiempo allí, en donde deben reforzarse los criterios de vida aprendidos en casa ¡Y qué importancia tiene la convivencia! Crecer junto a buenos compañeros es de gran ayuda, ya que seguramente, serán sus amigos para toda la vida.
Proyecto educativo
El colegio que elijamos debe procurar la formación integral, desarrollando en sus alumnos capacidades intelectuales, técnicas, físicas y espirituales para lograr afrontar con éxito su vida a partir de la mayoría de edad. Iniciar el camino de la formación técnico-profesional y ofrecer propuestas que les permita a los niños y jóvenes de hoy ser hombres y mujeres íntegros y felices el día de mañana.
Bilingüe o no
No cabe duda que aprender idiomas (más de uno) de manera fluida es la puerta de entrada para muchas oportunidades.
La distancia
Si bien es un tema a considerar por los horarios laborales de los padres, un colegio de rápido acceso y la posibilidad de hacer “pool” en los traslados facilita bastante las cosas. Si hacer llegar a nuestros hijos no es imposible, debemos priorizar la propuesta educativa y el ambiente escolar.
Cantidad de alumnos por aula
Es muy difícil enseñar adecuadamente en cursos hacinados de alumnos. Siempre la propuesta educativa debe contemplar una cantidad limitada de estudiantes por aula.
La infraestructura
Un buen colegio debe contar con espacios adecuados como aulas, baños, buffet, patios y playones deportivos. Consideremos que en ese lugar nuestros hijos pasarán muchas horas.
Horas de clases garantizadas
A la hora de la elección debemos evaluar si en la institución que consideramos hay paros o excesivo ausentismo docente. El tiempo de trabajo es fundamental a lo largo del año.
Publicidad vs. Realidad
A veces, el márquetin nos juega malas pasadas. Para evitar guiarnos por las apariencias o la propaganda solamente, es muy importante buscar la opinión de otros padres o egresados del colegio que nos muestren la realidad de la institución que estamos considerando para inscribir a nuestros hijos.
En el marco de estas consideraciones decidimos consultar a las autoridades de un colegio que ha crecido sobre paso firme en la localidad de Luzuriaga, junto al complejo empresarial El Torreón. Se trata del Colegio San Francisco Javier, cuyo lema es “Enseñar a Vivir”
¿Por qué este lema?
Enseñar a vivir es brindar las herramientas necesarias a nuestros alumnos para que, una vez egresados, puedan iniciar su vida universitaria con libertad y responsabilidad, con capacidades y conocimientos que les permitan cursar con éxito los estudios superiores. Pero, al mismo tiempo, siendo buenas personas, íntegras, capaces de aportar a la sociedad valores positivos. Ser buenos hijos, hermanos, amigos, novios. Y que, pasado el tiempo, puedan formar una familia que, sobre cimientos sólidos, mire con confianza el porvenir.
¿Cuál es la propuesta pedagógica del San Francisco Javier?
Con más de 40 años de experiencia en la educación, nuestra propuesta es variada y adecuada a las necesidades de cada familia. Comienza en nuestro Jardín Pamperito con niños de 2 años de edad y culmina en 5° año del secundario.
La actividad educativa curricular transcurre en la mañana. Aunque con horario extendido, para destinarle más tiempo a materias como Inglés y Catequesis en primaria, a las que en el nivel medio se le agregan Lengua y Cultura Clásicas.
El acento en la escolaridad primaria se pone por supuesto en Lengua y Matemática, facilitando de este modo cursar el nivel medio con éxito.
En nuestro secundario la formación es de orientación humanística, lo que desarrolla en nuestros jóvenes múltiples capacidades intelectuales y comprensivas de la realidad. Si bien las matemáticas son exigentes, no se descuida la formación intelectual con espacios como Lengua, Historia, Literatura, a los que se le agrega Cultura y Lenguas Clásicas.
¿Hay alguna propuesta extraescolar?
Si. El desafío es la formación integral de nuestros alumnos.
Luego del horario curricular se ofrecen Talleres Artísticos como instrumentos musicales, danza folclórica y teatro. Y a partir de las 14.45 inician sus actividades nuestro Instituto de Inglés (que recibe alumnos de otros colegios), y los Talleres Deportivos de fútbol y vóley con equipos federados que compiten semanalmente en diversas categorías. De esta manera, para los padres que lo desean, los niños y jóvenes pueden permanecer diariamente hasta las 16:30 en nuestro Colegio.
Un párrafo aparte merece el Club San Francisco Javier. Su aporte es muy importante para los niños, jóvenes y padres del Colegio. Propone actividades recreativas, catequesis, organiza campamentos, salidas a la montaña, viajes culturales a otras provincias y muchos otros espacios de participación que no sólo entretienen, sino que contribuyen al crecimiento personal de todos sus miembros. Los padres que forman parte de él aprecian este lugar de encuentro, formación y amistad. El Colegio cumple así con un principio fundamental: no inscribimos alumnos, inscribimos familias.
Queremos aportar una educación de calidad en Mendoza, que forme líderes que se inserten con capacidad y valores en la vida de nuestra sociedad. Por eso procuramos “Enseñar a vivir”.