Según el mapa actualizado del Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES), dos provincias de Cuyo se encuentra ubicadas en zona roja con peligrosidad sísmica "muy alta".
Los sectores que expone el mapa del organismo nacional como los más peligrosos del país por movimientos telúricos son la parte Norte de Mendoza y el Sur de San Juan.
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El peligro sísmico, que es la probabilidad de que ocurra una determinada amplitud de movimiento del suelo en un intervalo de tiempo fijado, depende del nivel de sismicidad de cada zona. En Mendoza, los 2 millones de habitantes que tiene la provincia se calcula que 1.590.514 viven en la zona roja.
Además de la actividad sísmica de cada lugar, debe también considerarse el destino de la construcción. Con este fin el Reglamento clasifica a las construcciones según su destino y funciones, asignándoles un "factor de riesgo", que puede interpretarse como un porcentaje adicional de seguridad, de acuerdo con el uso de la construcción.
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Por ejemplo, para hospitales, centrales de bomberos, centrales de energía, depósitos de materias radioactivas, etc., este porcentaje es del 40%; en tanto que para edificios educacionales, cines, teatro, estadios, hoteles, etc., es del 30%. De este modo se contempla la necesidad de que, ante la ocurrencia de terremotos destructivos, las construcciones esenciales puedan seguir funcionando sin ningún tipo de daño.