A causa de la inactividad comercial generada por la pandemia de coronavirus, la situación de la producción petrolera a nivel mundial ha llegado a una crisis de límites insospechados a nivel mundial pero también en Mendoza, como provincia productora.
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Desde la Cámara Mendocina de Empresas de Servicios Petroleros difundieron un comunicado que hace saber por las dificultades de las pymes del sector para hacer frente al pago de la totalidad de los haberes de mayo determinados por acuerdos salariales, en los que no ha
intervenido, en un clima de escasa actividad en los yacimientos por la pandemia
del coronavirus, entre otras causas.
El comunicado dice:
“Tanto desde el punto de vista económico como financiero, la situación es
extremadamente crítica. El sistema de pago de los servicios por parte de las
empresas operadoras se ha retrasado notablemente llegando a tener demoras
entre 60 y 120 días, lo cual es imposible de sostener.
Todo esto ha provocado un profundo desequilibrio debido a la dificultad para el
reconocimiento a los contratistas de los salarios del personal en el marco de los
acuerdos con los gremios.
Y no sólo es un problema de desfinanciamiento sino también de los cambios en
las condiciones de los contratos con fuertes descuentos en sus servicios,
provocando una descapitalización de las pymes.
En este contexto resulta de extrema gravedad anticipar lo que sucederá en junio.
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Un mes donde se cobrarán mínimos por los servicios o se tendrá facturación
cero dado que marzo fue un mes débil y abril marcado por la cuarentena total.
Con la mayoría de los trabajadores en sus casas, la actividad en los yacimientos
fue prácticamente nula agravada por la falta de demanda de combustibles ante
las urgencias sanitarias que provocó la enfermedad.
La situación de cada una de las prestadoras es muy variada. Están las que no han
registrado ninguna actividad hasta quienes han desarrollado tareas
permanentes con dotación mínima y guardias extras que se activan a
requerimiento de las operadoras.
En todas las circunstancias las Pymes han mantenido los puestos de trabajo,
cuidando el empleo y dando cumplimiento a los acuerdos salariales
mencionados.
La dificultad para abonar los sueldos del mes de abril llevó a las empresas a tener
que recurrir al sistema financiero para cubrir estas obligaciones, llegando al mes
de mayo más endeudadas todavía en una situación más compleja aún.
La situación de las Empresas Operadoras es muy diferente a las Pymes
prestadoras de Servicios, siendo estas últimas las que deben cargar con el peso
para financiar una situación donde no han tenido ninguna posibilidad de
sobrellevar la falta de actividad.
El sector pyme tiene una larga historia de reclamos para evitar el quiebre de la
cadena de pagos y la consolidación del sistema de proveedores locales fuertes, con
muy escasos resultados.
Estas empresas han quedado totalmente desfinanciadas, con deudas, sin trabajo
y con un panorama sumamente difícil de prever.
Muchas de ellas vislumbran un escenario de desaparición de la actividad, con las
consecuencias que arrastrará para el empleo y las economías regionales.