Una joven llamada Meghan contó en las redes sociales que gastó casi 3 mil dólares en liofilizar a su gato muerto. En su perfil de Instagram, explicó que cuando su querida mascota Gerard falleció, decidió “preservarlo”, un proceso que tomó cerca de nueve meses.
En la aplicación de fotos, escribió: “Sabía que liofilizar a mi gato iba a ser controvertido. La gente no me entiende”.
La mujer ubicó a Gerard en la repisa de su living, cerca de la chimenea, y se lo presentó a su otro gato. Además, en una sesión de preguntas y respuestas en Instagram, Meghan reveló que lo único que lamenta es haber elegido una pose en la que Gerard tenía los ojos abiertos, admitiendo que hubiera preferido que tuviera los ojos cerrados.
Te puede interesar
Pero en cuanto a si se arrepiente o no de la decisión en su conjunto, insistió: “NO, estoy totalmente en paz con mi decisión y muy contenta de haberlo hecho”.
Como era de esperar, la decisión de Meghan de congelar a Gerard dividió las opiniones en la sección de comentarios. Algunos insistieron en que era “jodidamente extraño”, mientras otro dijo: “No juzgues la forma en que otros lloran porque no es lo que tú harías en su situación”.