El pasado miércoles se conoció un informe del INDEC que destacaba que las ventas en súper e hipermercados mayoristas había caído un 12,8% interanual en septiembre pasado e incluso, un 0,4% frente al mes de agosto.
Sin embargo, a través de acciones estratégicas y en medio del presunto “fin de la recesión” como anunció el gobierno de Javier Milei, en el sector se muestran muy optimistas.
De hecho, sus referentes vaticinan que este mes de noviembre finalizará con apenas un 1% de inflación para el sector mayorista, partiendo de la base de octubre, cuando se alcanzó efectivamente un 1,2 de incremento inflacionario.
Así lo señaló en Radio Jornada, Armando Farina, vicepresidente de CADAM (Cámara Argentina de Distribuidores y Autosevicios Mayoristas), quien destacó que esa “será una muy buena noticia para las consultoras y para el Gobierno”.
El empresario habló en el programa "Lado A" y fue más allá incluso, al plantear que en enero del año que viene, posiblemente la inflación mayorista esté “muy cerca del 0%”, para ese importante y creciente mercado.
Farina basó su percepción en la pretendida estabilidad que comienza a notarse “lentamente” y “con todas las salvedades” en el país y que coincide con los anuncios que el propio presidente Javier Milei ha hecho, en relación al final de la recesión, pero también a acciones que pueden incidir en la baja del valor de algunos productos. “La baja del impuesto país es una buena noticia”, resaltó en ese sentido.
Está claro que la informada caída del consumo es un punto de quiebre para los empresarios mayoristas, quienes miran no sólo ese hecho que ahora es noticia, sino que perciben la perspectiva en base a esas “buenas noticias” que dan los mercados y los anuncios gubernamentales. Por eso se llenan de esperanza y optimismo. “Diez días antes de las fiestas se recuperará el consumo”, aseguró Farina.
Sobre el informe del INDEC
El dato difundido por el Instituto de Estadísticas y Censos sobre el descenso de las ventas en súper e hipermercados mayoristas (también en los shoppings), da cuenta de que en los primeros 9 meses del año, la baja totaliza un 11,6%.
Esa realidad, fundamentalmente enmarcada en un contexto recesivo, generó que el tique promedio apenas rozara los $23 mil por compra, con una facturación que creció (por la inflación misma), un 173,3%, pero que con las ventas reducidas, terminó arrojando un período negativo del 12,8%.
Sin dramatizar, Farina reconoció esas cifras y explicó a su modo la nueva lógica. “El año pasado había un gobierno que emitía mucho e inyectaba en el consumo. Ahora hay un consumo más genuino; la gente piensa más la compra”, resaltó, calificando de “más profesional” al consumidor final.
El acierto de la Black Week
Claro está que ante un escenario recesivo, el sector debe buscar alternativas que tienen a los compradores. Por eso, en estos días finalizó Black Week, la primera instancia de promoción que realizó este incipiente sector que cada vez se acerca más a las familias.
“Debemos haber cometido muchos errores pero creemos que fue un acierto”, indicó el vice de CADAM a Radio Jornada. “Mostró muchos nuevos consumidores finales, muchas familias que se acercaron al mayorista”, agregó.
Esta “nueva modalidad” de compra, desde su perspectiva, seguramente irá creciendo como también lo hará el propio mercado a partir de las mejores condiciones económicas. “Con respecto al 2025 somos muy optimistas. Vemos sectores del país en los que la reactivación es importante”, dijo Farina aunque reconoció que hay otros que aún van “muy lento”.
Pero fue claro al marcar que el futuro económico inmediato para ser mucho mejor que el pasado más reciente.