Tras el fin del cepo cambiario, la Cámara de Supermercados Mayoristas (CASMA) emitió un firme rechazo ante los nuevos listados de precios que algunas empresas intentaron imponer, con incrementos que llegaban hasta el 12%. El objetivo de la medida fue contener los efectos negativos que esto podría tener sobre los consumidores y los comerciantes minoristas.
La entidad mayorista difundió su posicionamiento luego de que compañías proveedoras buscaran actualizar sus precios, aunque finalmente, varias de ellas como Molinos dieron marcha atrás con la decisión. Desde CASMA argumentaron que su postura apunta a resguardar la capacidad de compra de los clientes y brindar una propuesta comercial competitiva y sostenible.
Entre los asociados de la cámara se encuentran firmas de peso como Makro, Diarco, Maxiconsumo, Vital, Nini y Yaguar, quienes reafirmaron su compromiso con el abastecimiento normal y una oferta diversa de productos, manteniendo el foco en la accesibilidad económica.
CASMA enfatizó que el trabajo conjunto con los proveedores resulta clave para alcanzar acuerdos duraderos que beneficien a todas las partes involucradas. “Creemos en la posibilidad de construir un equilibrio que fomente el consumo sin perjudicar al ciudadano común”, expresó Jean Poccard, presidente de la institución.
En este contexto, también se manifestaron comerciantes del rubro, que encendieron las alertas luego de que grandes empresas como Unilever, Molinos y SC Johnson intentaran implementar nuevas listas de precios, lo cual generó tensión. Molinos, finalmente, optó por dar marcha atrás con los aumentos.
Aunque el Gobierno espera que la cotización del dólar continúe en descenso, desde el sector advierten que la puja por los precios no ha terminado y podría intensificarse en las semanas venideras.