A lo largo del territorio nacional, la actividad mostró una dinámica variada, con provincias que superaron las expectativas de afluencia y otras donde el movimiento se mantuvo dentro de lo previsto. En muchas localidades, la combinación de carnavales, atractivos naturales y una oferta turística consolidada atrajo a miles de visitantes, generando un fuerte impacto en sectores como la hotelería, la gastronomía y el transporte.
Las provincias con mayor tradición carnavalera, como Corrientes, Entre Ríos y Jujuy, registraron una alta concurrencia en sus festividades. En Gualeguaychú, las comparsas desfilaron ante un público multitudinario, mientras que, en la Quebrada de Humahuaca, las celebraciones mantuvieron su nivel de convocatoria habitual, con una notable ocupación hotelera en la región.
El impacto económico del feriado alcanzó los $701.064 millones, con un gasto promedio diario de $89.167, reflejando un aumento real del 33,8% en comparación con 2024.
La estadía promedio se situó en 2,8 días, en línea con tendencias previas y evidenciando una distribución homogénea de visitantes en los distintos puntos.
A pesar de algunas reprogramaciones puntuales, debido a lluvias en regiones del centro y el Litoral, la actividad turística logró sostenerse con altos niveles de ocupación en numerosas localidades del país.
Puntos destacados
El Carnaval 2025 en Argentina mostró una fuerte recuperación del turismo, con provincias como Entre Ríos, Jujuy, Mendoza y Corrientes liderando la ocupación hotelera.
Las ciudades con tradición carnavalera lograron mantener su protagonismo, con celebraciones masivas en Gualeguaychú, Corrientes y Tilcara, atrayendo miles de turistas y dinamizando la economía local.
Las malas condiciones climáticas afectaron algunas festividades, especialmente en Ciudad de Buenos Aires y Entre Ríos, donde las lluvias intermitentes obligaron a la reprogramación de algunos encuentros. Sin embargo, en la mayoría de las provincias, las actividades se desarrollaron con normalidad.
El turismo interno fue el gran impulsor del movimiento, con muchos viajeros optando por escapadas cortas de entre 2 y 3 noches. La tendencia se reflejó en distritos como Buenos Aires, Córdoba y Tucumán, donde los residentes prefirieron trasladarse a destinos cercanos en vez de permanecer en las capitales.
Mendoza
Se registró una ocupación hotelera del 75% y una estadía de 3 noches. San Rafael fue uno de los polos más elegidos, destacándose por su turismo aventura en el Cañón del Atuel y las bodegas habilitadas para visitas y degustaciones.
A diferencia de otras provincias, donde los carnavales fueron protagonistas, en Mendoza la oferta turística se orientó más al enoturismo y los paisajes naturales. Más de 200 bodegas recibieron visitantes durante el feriado, mientras que destinos como Valle Grande, El Nihuil y Cacheuta fueron puntos clave para quienes buscaron relax y actividades al aire libre. Además, se organizaron espectáculos musicales y ferias gastronómicas en plazas y parques, brindando opciones culturales sin un enfoque exclusivo en la festividad del carnaval.
En el Gran Mendoza, algunos municipios realizaron desfiles y festivales barriales con la participación de comparsas y murgas locales.
El balance dejó una actividad turística positiva, aunque sin alcanzar cifras récord en comparación con temporadas anteriores. Mendoza continúa apostando a su identidad vitivinícola y de turismo de naturaleza como principal motor de atracción, logrando sostener el movimiento de visitantes en una fecha donde otros distritos concentran la atención con sus carnavales tradicionales.