El reciente pronóstico de cosecha de uvas dado a conocer por el Instituto Nacional de Vitivinicultura, INV, en el que se anticipó una vendimia un 23% más baja que la de 2022 en Mendoza, no fue reconocido por los miembros del Banco de Vinos, coincidiendo en que la merma será más importante.
El contexto macroeconómico, la disminución del consumo interno, un dólar no competitivo, y la cosecha más baja desde que se cuenta con datos del sector, fueron algunos de los puntos que se tocaron en el marco de la 15° reunión del Banco de Vinos.
La reunión, que contó con la participación de referentes de toda la cadena de valor productiva, permitió a los presentes hacer un repaso de las principales problemáticas que desde la actividad vitivinícola se deben sortear para fortalecer al sector en cada uno de sus eslabones.
Tras conocerse la estimación de cosecha elaborado desde el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). todos llegaron a la conclusión de que las últimas contingencias climáticas registradas (caída de granizo y heladas tardías), han hecho de esta cosecha la peor de la historia, al menos, desde que se cuenta con datos estadísticos del sector.
El espacio permitió a los presentes hacer un balance de la situación. En este sentido, Fabian García, representante del sector productivo en el Valle de Uco, comentó: “Este año, creo va a ser un año de sinceramiento. Es un debate que tenemos que dar todos quienes somos parte de esta industria. Se trata de un año con una merma histórica y así mismo los precios no remontan para que sea rentable para el productor. Lamentablemente, si esto sigue así, tendremos que sincerarnos y decir que esta industria no es rentable. Para no llegar a eso, debemos darnos el espacio para un debate”.
A su turno, Miguel Abdala, en representación del sector trasladista, agregó que “estas crisis se pagan con hectáreas cultivadas. Indefectiblemente la inflación es como si tuviéramos 40 grados de fiebre, esto hace que tomar decisiones en un contexto como este, la industria no fluya. La macroeconomía no nos permite avanzar y veo que la cosecha será muy mala e incluso no llegaremos a los 15 millones de quintales como pronostica el INV”.
“Para mi cuando se hacen las proyecciones, cualquier sea el año que se tome como referencia, si no hay un giro significativo en cuanto al dólar, nada será suficiente. Estamos perdiendo, a su vez, masa crítica en el mercado interno. Verdaderamente creo es una encrucijada y finalmente, creo, todos nos vamos a ver perjudicados”, cerró.
Edgardo Roby, en representación del sector primario de Zona Este, destacó que el pronóstico del INV está muy lejos de lo que se observa en la finca: “Creo que la cosecha no superará los 9 millones de quintales en Mendoza y la próxima cosecha también lo será. El agua cada vez es más escasa y la cantidad de días que hemos tenido con temperaturas superiores a las normales atentan contra la actividad. Lamentablemente no sé de dónde se sacan los datos de estimación de cosecha. En báscula, en comparación del año pasado, se observa un 40% menos”.
Al cierre Roby destacó que “las inclemencias han provocado una desmejora considerable en los viñedos. Estamos en una situación de crisis en donde seguramente muchos quedarán fuera del sistema y comience a hablarse de una vitivinicultura de élite. El cambio climático nos lleva a analizar el tema un poco más allá de lo inmediato. Es necesario que esta mesa se fortalezca para hacer los reclamos pertinentes a quienes corresponda”.
A su turno, Luis Ramón Mendoza, representante del sector productivo del Valle de Uco, destacó que la realidad es mucho peor de la que informa el INV: “Me parece que estamos en una situación grave. El problema principal es la macroeconomía y debemos hacer lo necesario ante el Ministerio de Economía de la Nación. Llevamos más de 3 años con un desequilibrio importante”.
Al cierre, Rubén Panella , miembro del Consejo Asesor en representación de las Cooperativas, reforzó la idea de que la estimación de cosecha elaborada por el INV está por debajo de lo que se está observando. Así se desprende de un informe elaborado con datos propios obtenidos desde el sector. “A esto se le suma una reducción del consumo interno considerable y un dólar no competitivo”, señaló.
Medidas para resguardar al productor
En el marco de la reunión, el Director Ejecutivo aprovechó el espacio para adelantar los detalles de la puesta en marcha de un nuevo operativo de compra de uva apta para la elaboración de mosto y un límite de hasta 800 quintales por productor.
La nueva operatoria estará destinada a productores y a bodegas aptas para la elaboración de mosto estratégicamente ubicadas. Las bodegas interesadaas se podrán inscribir a partir de la próxima semana a través del portal web de Mendoza Fiduciaria.
Mendoza comprará uva a razón de $100 el kilo al contado y $115 financiado a 30, 60 o 90 días. Sobre estos datos, Aciar, remarcó: “Esto permitirá al mercado reacomodarse. Nosotros tenemos información que los precios están por debajo de estos montos y creemos que esto ayudará a tonificarlos y generarle una rentabilidad al productor que es al que debemos proteger y quien queremos que siga trabajando para la industria y para la provincia”.
En el caso de las Bodegas aptas para la elaboración de mosto, interesadas en participar, se va a generar una ventanilla de inscripción y tendrán prioridad aquellas que mejor ubicadas se encuentren para mejorar la logística del operativo.
En este sentido, Norando destacó que durante marzo estará en pleno operativo y ya los productores podrán contar con los fondos. “En esto Mendoza Fiduciaria serán muy ágil en cuanto a los pagos porque ya contamos con la experiencia de años anteriores”, destacó.
Consultado Aciar sobre la macroeconomía y el impacto en el sector del valor del dólar, comentó: “El precio actual del dólar oficial (poco más de $200), debería evolucionar positivamente en el transcurso del año. Como ocurre con todos los precios de la economía. Una tonificación del valor del dólar nos va a permitir que ese mosto sea vendido sin ningún problema y al precio que pretendemos”.