Alberto Fernández y el ministro de Economía Martín Guzmán anunciaran este lunes el proyecto de impuesto a la “renta inesperada”. Desde el gobierno dicen que es para “capturar” ganancias de empresas beneficiadas por la guerra en Ucrania.
Este impuesto, tendrá como objetivo cobrar aquellas ganancias “extraordinarias” que no responden a un incremento de la inversión, sino al efecto del shock internacional de precios que provocó la guerra en Ucrania.
De esta manera, el oficialismo buscará con la presentación de la ley "renta inesperada" mostrar una nueva gestión, tras el escandalo y pedido de renuncia de Alberto Fernández a Matías Kulfas -ex Ministro de Desarrollo Productivo-. El proyecto había sido anunciado por Guzmán a principios de abril y tuvo unos dos meses de trabajo técnico.
En términos generales, se trataría de una alícuota sobre la renta que no se corresponda con incrementos en la inversión sino que tenga como explicación el salto de precios internacional. Esas ganancias deberían ser superiores a los $1.000 millones en el año.
“Es un conjunto de empresas que tienen ganancias netas imponibles altas en términos absolutos”, explicó el ministro Guzmán.
Según el jefe del Palacio de Hacienda, explicó que, se trata de una “fracción muy pequeña” de empresas. En ese sentido, remarcó que en 2021 le hubiera correspondido pagarla a un 3,2% de las compañías totales.
Además, Guzmán aseguró que “la ganancia neta imponible real tiene que haber aumentado de forma significativa en 2022 en relación con 2021″ y que “el resultado ordinario (el margen de ganancia) también tiene que ser anormalmente elevado en 2022″, para que las empresas sean consideradas dentro del impuesto.
Por otra parte, dijo que “se incluirá un criterio en que si la renta inesperada se canaliza hacia la reinversión el monto de la contribución será menor”. Como “zanahoria” plantea que tendrán un descuento de ese gravamen quienes reinviertan esas utilidades inesperadas.
Con esto lo que buscan es conformar un proyecto de ley que esté bien fundado y que tenga solidez, en base a redistribuir ingresos inesperados por la guerra y que no tengan que ver con la inversión o producción. En términos generales, se trata de una alícuota sobre la renta que no corresponda como incrementos en la inversión o la productividad sino que tenga como explicación el salto de precios internacional.
La iniciativa que busca cobrar renta inesperada ya recibió cuestionamientos de cámaras empresarias. La Asociación Empresaria Argentina (AEA) criticó esa idea.
“La Argentina debe volver a retomar la senda del desarrollo económico y social sostenible. Para ello resulta esencial generar las condiciones para que las pequeñas, medianas y grandes empresas puedan concretar inversiones que generen empleo y hagan crecer la producción y las exportaciones. La creación de nuevos impuestos -como el recientemente anunciado ‘impuesto a la renta inesperada’- va en la dirección opuesta a lo señalado. En la Argentina ya están en vigencia 165 impuestos y la carga tributaria sobre el sector formal de la economía es muy elevada y ha crecido fuertemente en los últimos 20 años, superando holgadamente el promedio de la región”, señaló AEA.
Después del anuncio de Guzmán representantes sectoriales y regionales de la Unión Industrial Argentina manifestaron su preocupación por la posible creación de una alícuota adicional a las empresas. En la reunión de la Junta Directiva de la entidad, se analizó “cómo afectará a la inversión un nuevo incremento en la presión tributaria sobre el sector formal de la economía y el impacto negativo que tendrá en la actividad y el empleo”.