La audiencia pública duró casi 5 horas; y si bien el resultado no es vinculante con este paso administrativo se avanza en la concreción del emprendimiento.
Los empresarios malargüinos explicaron que este proyecto es necesario para el desarrollo de la región, ya que creará cientos de puestos de trabajo, tanto de manera directa como indirecta. Se destacó también cómo funciona El Azufre en relación con la planta recicladora de Malargüe. “Es un lujo, impecable”, remarcó un empresario.
En tanto que los puesteros de la zona, las comunidades aborígenes del sector y un sector de la comunidad científica señalaron su preocupación al respecto. Algunos pidieron la impugnación de la audiencia pública aludiendo cuestiones técnicas administrativas graves, “porque no se respetó el proceso de libre consulta a las comunidades indígenas”.
“Que van a hacer con el 97% de las tierras que no están involucradas en el proyecto”, expuso uno de los oradores, afirmó uno.
Soledad Barros, coordinadora de la Unidad de Evaluaciones Ambientales de la Secretaría de Ambiente de la Provincia, encabezó la audiencia pública que se llevó a cabo vía online y presencialmente en la Cámara de Comercio y Afines de Malargüe.
Indicó que el procedimiento de la evaluación del impacto ambiental es una instancia clave para poder emitir la autorización, que luego también necesita el aval de la Legislatura provincial.
El Proyecto
Según explicó el técnico de, el complejo creará su propia energía porque no tiene acceso a la red de distribución energética. La matriz es 80% solar y 20% eólica. Se afectan 60 hectáreas a la producción de energía solar y 1,5 hectáreas a la instalación de molinos.
Además de las pistas de esquí a utilizar durante seis meses del año, el proyecto incluye actividades para la época veraniega y el “desarrollo de diferentes unidades funcionales como hostería, cabañas, todo sustentado con energía solar y tecnología de primera línea para el tratamiento de efluentes”.
El proyecto prevé un total de 3.500 camas distribuidas entre hotel, condominio, lodge, complejos de viviendas, casas simples y multifamilias y la residencia de empleados.
La construcción se ubicó en el ojo de la tormenta durante la primera mitad del año pasado, cuando el peronismo en la Legislatura cuestionó la concesión de las tierras a la empresa privada El Azufre.