Con una emergencia sanitaria declarada por la propagación de la gripe aviar en el territorio uruguayo, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) comunicó recomendaciones para los productores, aunque desde la cartera expresan que la situación se encuentra controlada.
La semana pasada, el MGAP, junto al Ministerio de Ambiente constataron que la gripe aviar solo se puede observar en Laguna Garzón y que los decesos de las aves fueron 130 y que la única especie contagiada son los cisnes de cuello negro, hasta la última inspección realizada el 24 de febrero.
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Las inspecciones de realizaron en 155 establecimientos, incluyendo chacras y casas particulares, con el objetivo de controlar y vigilar epidemiológicamente la zona afectada. Para esto, un total de 45 funcionarios de ambas carteras se encuentran enfocados en la vigilancia y rastreo de esta enfermedad.
Las recomendaciones
La División Sanidad Animal de la Dirección General de Servicios Ganaderos realizó recomendaciones a los productores avícolas:
-Extremar las medidas de bioseguridad en las granjas.
-Restringir del ingreso de personas y vehículos al establecimiento.
-Realizar una estricta limpieza y desinfección de los materiales de trabajo, de las instalaciones y los vehículos que ingresan a la granja.
-Mantener al día los registros de visitas y productivos.
-Colocar mallas anti pájaros en buen estado en laterales y portones del galpón.
-Colocar dispositivos de desinfección a la entrada del establecimiento y de los galpones.
-Utilizar ropa exclusiva para trabajar con las aves.
-Evitar el contacto de las aves comerciales con las silvestres.
-Evitar que aves domésticas compartan fuentes de agua con las aves silvestres.
¿Cuáles son los síntomas en las aves?
Entre los síntomas que presenta la enfermedad están: muerte rápida de las aves, plumaje erizado, edema en la cabeza (cabeza hinchada), diarrea, disminución brusca de la postura, producción de huevos deformes con cáscara blanda o delgada, problemas respiratorios, jadeos, tos, conjuntivitis, secreciones oculares y nasales, sinusitis, asfixia, incoordinación, temblores, movimientos oculares y de cabeza, parálisis y convulsiones, según datos del MGAP.
La gripe aviar no tiene cura, por lo que, una vez que los animales se infectan, deben ser sacrificados para evitar la propagación del virus.
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