Uno de los personajes más controvertidos de Gran Hermano es Alfa. Da la sensación que las tiene todas: cascarrabias, da órdenes y muchos hasta le piden permiso cada vez que quieren comer o usar algo de la cocina. Genera respeto y parece el líder, más allá de que el apodo no es por eso, sino porque en otra época tenía una concesionaria de Alfa Romeo en Miami.
Además, suele hacer chistes, pero no le gusta que se los hagan a él. Sin ir más lejos, se armó un gran revuelo luego del apodo que le puso el Conejo. Toda la casa se rio de la escena, pero menos él, que se los hizo saber. Los chicos adentro saben, sobre todo por los que reingresaron, que surgen memes de las cosas que pasan allí adentro, y a él no le gustaría nada.
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“Santi, metimos un sobrenombre en la casa”, comenzó Conejo en la charla con del Moro. “Alfa se tendría que sacar el pañuelito (que tiene en la cabeza) para que te descuenta”, agregó, pero no logró su cometido. Apenas esbozó una sonrisa, pero ya ahí dejó en claro que estaba incómodo con ser el centro de la escena.
Cuando el conductor quiso saber, el cordobés soltó: “El Negro cara de cebolla, pero no se quiere sacar el pañuelo”, dijo y, mirándolo a los ojos, siguió: “Dale, después te lo ponés”, pero Alfa no aceptó. Eso generó un gran lío que salió a la luz apenas Santiago salió de la casa.
“Te fuiste al carajo mal. Yo no jodo en cámara…Igual está bueno porque si querés dar protagonismo soy el protagonista”. Lejos de frenar ahí, minutos más tarde siguió: “Quién es este para decirme Cara de Cebolla para que mañana un colectivero me diga Cara de cebolla a mí. Tengo que andar bancándome cosa que yo no me quiero bancar”, cerró, con cara de pocos amigos.