La llegada de Rodolfo, el padre de Nacho, a la casa de Gran Hermano hizo que el público se enamorara automáticamente de su espíritu y personalidad. Es divertido, contenedor y solidario con todos los integrantes de la casa al tiempo que demuestra con hechos lo mucho que ama a su hijo.
Esa actitud paternalista la hizo extensiva a todos los jugadores, pero fue Camila la que más se aferró a eso. La joven se sintió muy sola dentro de la casa con la salida de Alfa y sintió que Rodolfo podía ocupar su lugar. Es quizás por esto que lo sigue por toda la casa, le habla y le pide consejos. Incluso en una oportunidad, se acostó a su lado en la cama y se quedó dormida.
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Pero eso que para muchos puede resultar una actitud inofensiva, para otros puede representar una situación desubicada y tanto Nacho como la Tora, lo detectaron. Fue por esto por lo que la pareja tuvo una breve charla y el joven decidió encarar a su papá.
"Papá, te vengo a decir una cosa. Yo sé que sos recontra cariñoso, pero todas esas cosas... el beso, que se acueste con vos...todo eso no porque te puede perjudicar a vos pero sobre todo, a mi", sentenció.
Sin dar lugar a réplica, sumó: "El que no lo entiende, lo puede pensar de otra manera... por lo mismo que pasó con Alfa... todo eso no papá".
Rodolfo asintió y se quedó callado. Poco después, ya en la cocina, Camila se acercó y él intentó poner distancia.
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