Los programas de vivienda financiados por la provincia de Mendoza están mostrando resultados positivos en cuanto a los niveles de recaudación y morosidad.
Entre ellos se destacan Mendoza Construye Línea I y II, Construyo Mi Casa e IPV Mi Casa. Estas iniciativas han sido fundamentales en los últimos años para facilitar el acceso a la vivienda a los mendocinos frente a un contexto donde los fondos nacionales para la construcción de casas son cada vez menores.
Las primeras dos líneas habitacionales datan de la primera gestión del Gobernador Alfredo Cornejo, en tanto que las restantes fueron delineadas e implementadas en el período 2019-2023. Actualmente, el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) mantiene en ejecución todas las operatorias con diversas modalidades y cubriendo las múltiples necesidades de quienes hoy requieren una solución habitacional y no encuentran acceso al financiamiento privado.
A pesar de los desafíos económicos, la morosidad en los créditos otorgados a través de estos programas se mantiene en 18%, lo que representa una cifra considerablemente inferior a la morosidad general del IPV, que alcanza 36% en un total de 16.989 créditos. Esta diferencia resalta la eficacia de los programas provinciales que plantean un esquema de recupero sostenible a lo largo del tiempo.
Por otra parte, el análisis de la evolución en la recaudación de la cartera de créditos del IPV refleja una sólida gestión financiera que permitió que en 2024 se registraraun incremento de 232%. Este crecimiento ha sido de 80% en términos reales, lo que subraya la efectividad de los programas y las acciones realizadas tendientes a la disminución de la morosidad.
Modelo descentralizado y financiamiento mixto
El programa Mendoza Construye Línea I tiene modalidad descentralizada, mediante el cual los municipios presentan proyectos que el IPV se encargará de priorizar según el presupuesto disponible. Esta operatoria está destinada a personas solas o grupos familiares que cuenten con ingresos menores a 2 salarios mínimos, vitales y móviles.
Actualmente esta línea cuenta con 2.335 créditos activos, de los cuales el 26% está en mora. El esquema de recupero en este caso es la afectación del 15% de los ingresos declarados que marca una cuota promedio de $91.000 actualizada bimestralmente por coeficiente de variación salarial (CVS).
En contraste, Mendoza Construye Línea 2 presenta una situación más favorable, con 359 créditos activosy morosidad de 3,6%. En este programa se plantea un financiamiento mixto, donde la Provincia aporta 50% y el 50% restante corresponde a los desarrolladores y a los postulantes.
En este caso, la cuota se determina en función de los ingresos, afectándose 25% como mínimo, lo que determina una cuota que promedia los $200.000.
Por su parte, Construyo Mi Casa es una operatoria mediante la cual se le dio continuidad al programa Ahorro Previo, incorporándole en 2021 modificaciones en cuanto a superficie a construir y tasas de interés según cada categoría. La característica distintiva de esta línea, que es una de las más requeridas por los mendocinos, es que los postulantes deben tener terreno propio y cursar un período de ahorro de 36 meses o presentarse a los llamados a licitación que se realizan cada dos meses.
Este programa tiene actualmente 723 créditos activos y un índice de morosidad de 7%. La cuota en estos casos ronda los $247.000 y también se actualizan bimestralmente en base al índice de CVS más la tasa de interés correspondiente a cada categoría.
Finalmente está el programa IPV Mi Casa, lanzado a mediados de 2023, que ha logrado un notable éxito con 363 viviendas entregadas a noviembre de este año. Para acceder a estas viviendas se realizó un sorteo entre los inscriptos que debían cumplir con ingresos de 3 a 8 salarios mínimos, vitales y móviles y un aporte inicial equivalente a 25 SMVyM al adjudicar la unidad.
La afectación de los ingresos para los planes de pago es de 20% de los ingresos declarados, lo que marca un promedio de $204.000. La recaudación en esta línea aún no registra morosidad, dado que su inicio de recupero es muy reciente, requiriéndose más de 3 cuotas adeudadas para entrar en mora.
En un contexto donde la construcción de viviendas sociales no alcanza para cubrir el déficit habitacional y la Nación no tiene a la política habitacional como prioridad, los programas financiados por el Gobierno se posicionan como un modelo efectivo que combinan un diseño inclusivo con acciones concretas para garantizar un óptimo recupero de la inversión provincial.