La adicción por la cosmética, un mal post-pandemia, que se extendió a edades vulnerables. Niños que poseen éste "mal" y que la familia debe ayudar con responsabilidad. ¿Sabías que las redes sociales generan en los menores de 18 años una obsesión por la compra compulsiva de cosméticos y una adicción excesiva por los principios activos? Cosmeticorexia: te la presento y descubrimos sus efectos en la vida adolescente y de niñas.
La cosmeticorexia nació como muchos de otros trastornos, luego de la pandemia. “Fue en ese momento cuando empezó a crearse una tendencia, cada vez más potente (como una bola de nieve) sobre el consumo de la cosmética. El mercado ha ido creando necesidades y las personas, entre las que incluimos a un potente perfil adolescente influenciado por TikTok, conocen técnicamente el funcionamiento y los efectos de los activos, que da como resultado una obsesión y compra compulsiva de miles de productos para tratar nuestra piel”, comenta la psicóloga Andrea Marra (MP6365) .
“Hace un tiempo que ya se puede ver que las niñas y preadolescentes van a la escuela maquilladas, con las uñas pintadas con esmalte semi permanente, y a su vez se oyen conversaciones entre ellas sobre qué productos de cosmética usan para su cuidado facial; charlas que en otras épocas no existían a esa edad”, cierra Marra.
Esta obsesión por la cosmética es un mal que afecta a muchos tipos de perfiles, pero, sobre todo, a adolescentes. Desde hace 5 años se imparten talleres cosméticos, donde explican como cuidarnos la piel, como identificar tu tipo piel y su problemática, qué ingredientes necesita, etc. Antes de la pandemia la mayoría de la gente que asistía a los talleres eran curiosos de la cosmética coreana que querían empezar a cuidarse. Pero ahora, y cada vez más, vemos gente muy joven que asisten a los talleres porque han probado de todo y tienen problemas de piel como dermatitis, acné, sensibilización… Y cuando nos explican lo que usan, la mayoría tienen retinol en su rutina y no lo necesitan.
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¿El retinol es para todas las edades?
Especialistas en cosmética como Carina Fernández, profesional de la piel en Mendoza, nos cuenta que el "principal problema del retinol es que puede irritar si no se usa correctamente y no se introduce con la ayuda y consejos de un profesional. Es cierto que el retinol es un activo que se podría empezar a usar, perfectamente, desde la adolescencia. Las pieles grasas y jóvenes con cicatrices de acné se pueden beneficiar de sus efectos, ya que es un principio activo que acelera la renovación cutánea, disminuye las marquitas, ayuda a controlar la producción de sebo, etc. El problema es que la gente joven que lo introduce en su rutina lo hace mal. Optan por concentraciones muy altas, no respetan el proceso de retinización de la piel, ni el proceso de introducción pautada en la rutina. No se aplican protección solar por la desinformación que han causado las redes sociales".
"Sin hacer una limpieza adecuada ni usar protector solar, que es por donde hay que empezar una rutina de skincare, los adolescentes optan por activos muy potentes porque lo han visto en Tiktok porque alguna influencer lo ha recomendado. Todo esto lleva a que tengan problemas de piel que no saben cómo resolver y lo que hacen es comprar aún más productos y aplicarse más activos que no necesitan. Y como eso no soluciona nada, otra vez estamos con la bola de nieve, cuando lo que deberían hacer es acudir a un experto para que le recomiende los productos más adecuados a su tipo de piel”, señala Carina.
Todo empezó como un juego
El auge del skincare en redes sociales contribuyó a que muchas personas comenzaran a tomar conciencia de la importancia de cuidar su piel, pero también se convirtió en un problema para las adolescentes de entre 12 y 18 años que se obsesionan con usar productos que no están indicados para su grupo etario. La cosmeticorexia es una obsesión que preocupa a padres y profesionales.
Al ser un fenómeno reciente, todavía no existe una gran cantidad de trabajos que analizen esta tendencia en las adolescentes, pero los profesionales de la dermatología y vendedores de productos dermocosméticos hablan de un problema creciente que llega de la mano de la aparición de esta tendencia de skincare en redes con un gran público juvenil.
Un trabajo realizado por el equipo de investigadores del Centro de Salud Ambiental de la Niñez de la Universidad de Columbia (Nueva York) analizó el uso de productos cosméticos en menores de 12 años y detectó que el 36 por ciento de ellos "utiliza productos de belleza infantiles aunque implica que la mayoría de los niñas que los usan también están expuestas a productos corporales y de maquillaje creados para adultos".
Las creadoreas de la firma de belleza KOSS explican que en sus talleres de cuidado de la piel existe cada día una mayor cantidad de adolescentes que se acercan con problemas como dermatitis, acné, piel sensible, como resultado del uso de cosméticos no desarrollados para personas de su edad. "Cuando nos explican lo que usan, la mayoría tienen retinol en su rutina y no lo necesitan", cuentan desde la empresa.
Cómo abordar la comesticorexia en adolescentes y niñas
La creciente viralización de rutinas de cuidado facial que ven las adolescentes y niñas, suelen ser realizadas por personas mayores de 30 años y cuentan una gran cantidad de paso y productos, destinados especialmente a mantener la elasticidad de la piel.
El uso de productos no adecuados para el tipo específico de piel puede generar no solo en adolescentes problemas y reacciones cutáneas no deseadas. Existe "un alto riesgo de reacciones adversas, acné cosmético o irritaciones por mezclar activos incompatibles entre sí, por usar cosméticos no adecuados para la piel o por aplicar un exceso de los mismos, lo que acaba por saturar la piel y provocar lo que llamamos piel asfíctica" advierte Fernández.
En el caso de las adolescentes y niñas, sus padres deben apostar por un abordaje que tenga en cuenta múltiples aspectos. En primer lugar, promover la autoaceptación y contribuir a fortalecer la confianza en sí mismas, dándole menor importancia a lo físico y superficial.
Por otro lado, es importante que los adolescentes cuenta con la información necesaria para comprender cuáles son los cuidados de la piel que deben aplicar, dependiendo de las características propias. Para lograrlo, es recomendable realizar una consulta con un especialista en dermatología o cosmetología que las guíe.
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Los adultos cómo pueden ayudar
Los especialistas coinciden en tres momentos importantes, en donde comunicar a los adolescentes lo que se sabe de la problemática.
-Conversar sobre los problemas que pueda ocasionarles lo estético, especialmente si tienen acné o alguna afección cutánea. Escuchar sus preocupaciones es algo fundamental.
-Enseñarles a desarrollar el pensamiento crítico, que les permita analizar la información que reciben de las redes sociales y tomar decisiones como consumidores inteligentes en redes sociales.
-Darles ejemplos saludables y una mirada sana, que no se enfoque en los estético. Para eso, es necesario que vean en sus padres personas que comprenden la importancia del bienestar general y que no caen ante las presiones estéticas.
"Es muy importante la postura de las personas adultas, que no deberían enfrentarse ni estar en contra, sino explicar por qué no es bueno que usen estos productos, y fundamentarlo, pero al mismo tiempo sosteniendo”, recomendó, al tiempo que recordó que “los adolescentes están en plena etapa de lograr su propia identidad y muchas veces lo que más les resulta es parecerse a sus pares, por lo que en esa búsqueda de identidad quieren confrontar con el adulto” concluyen.