Parecía un karma sin solución, pero crecía en la consideración general que la Argentina solamente aumentaba su récord de partidos invicto debido a que no se enfrentaba con adversarios del viejo continente. De hecho, en esta Copa del Mundo este supuesto quedó deshecho gracias a que el seleccionado nacional superó a los cuatro rivales europeos que se le presentaron: Polonia, Países Bajos, Croacia y ahora Francia.
De entrada, el ya consagrado campeón mundial demostró su resiliencia para recuperarse luego de un golpe duro recibido. Aquel debut contra Arabia Saudita fue una situación tan sorprendente como insólita. Tras una rápida ventaja en el marcador (penal convertido por Lionel Messi la formación se desmoronó y fue superada hasta en el plano táctico.
La revancha llegó contra México, en un partido clave porque un mal resultado hubiese dejado a los albicelestes cerca de la eliminación. Los golazos de Leo y de Enzo Fernández sellaron un dos a cero necesario.
Y bien, por fin llegó la primera prueba ante un contrincante europeo: Polonia. E idéntico resultado que en el juego anterior trajo consigo la clasificación a octavos de final sin que hubiese problemas contra el equipo eslavo.
A partir de allí, Australia quedó en el camino tras un trabajoso dos a uno hasta que se vino el momento clave: cuartos de final, semifinales y final.
En un dramático juego frente a los neerlandeses, Argentina desperdició la ventaja de dos tantos y la igualdad adversaria llevo el encuentro al suplementario. En la tanda de penales, Emiliano Martínez marcó la diferencia con sus dos disparos atajados y Lautaro Martínez cerró la serie con una definición precisa.
Más cerca en el tiempo, la goleada tres a cero ante Croacia marcó el punto más alto del equipo en cuanto a rendimiento parejo a lo largo de todo el duelo.
Y así, en una de las finales más electrizantes que se recuerden - quizás la más impactante de todas - llegó la victoria ante "les bleus" luego de no pocos sobresaltos: del muy justificado dos a cero se pasó a un empate en pocos minutos frente a la infabilidad de Kylian Mbappé y tras el infartante suplementario se desencadenó el gran logró en la serie desde los doce pasos.
Cuatro juegos contra europeos fueron iguales a cuatro victorias, en síntesis.