El intendente de Lavalle, Roberto Righi, dio un paso hacia delante, en medio de tantas idas y venidas por la llegada de Alberto Fernández a Mendoza, y se adjudicó el papel de anfitrión del Presidente que hasta evaluó desarmar el viaje.
Es que, antes de llegar cerca de las 11 a la provincia cuyana con el fin de inaugurar la ampliación de la Planta Depuradora de Líquidos Cloacales, en el Paramillo (foto), ya sabía que no sería recibido ni por el gobernador Rodolfo Suarez ni por la cúpula kirchnerista mendocina, también integrantes del Frente de Todos que lidera, en Argentina.
Antes de que llegara Fernández al Aeropuerto de Mendoza, Righi sí se desahogó con el Gobernador de Mendoza: "Al Presidente lo vamos a acompañar", dijo recordando la presencia de Fernando Ubieta, de La Paz; Matías Stevanato de Maipú; Martín Aveiro de Tunuyán; y Emir Félix, de San Rafael. "Lo hemos hecho siempre, como pasó cuando vino el presidente Mauricio Macri", dijo marcando el cambio político que representa ahora el sillón de Rivadavia en manos del Frente de Todos y mirando de reojo a Suarez.
Sin embargo, cuando tuvo que considerar al mandatario mendocino apuntó: "Me cuesta entenderlo. Pero son decisiones del Gobernador", dijo.
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El gobernador de Mendoza ya había confirmado su ausencia en la comitiva de recepción y acompañamiento de Alberto Fernández en Mendoza, al igual que lo habían hecho la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti, Lucas Ilardo, Marisa Uceda y la flamante presidenta del Partido Justicialistas de Mendoza, Flor Destéfanis. El intendente de La Paz, Fernando Ubieta, ayer había manifestado que no había recibido la invitación. Algo similar similar con Matías Stevanato de Maipú.
En medio de este fragor eleccionario es que el jefe comunal de Lavalle se alzó con la responsabilidad de recibir y estar al lado del presidente argentino en su recorrida en Mendoza que incluirá el Centro Penitenciario Federal de Luján de Cuyo.
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