El ministro de Defensa, Luis Petri, ha emitido una nueva orden dentro de las Fuerzas Armadas, esta vez prohibiendo el uso de barba para todo el personal activo. Esta medida se justifica en la necesidad de estandarizar normativas entre las diferentes ramas, siguiendo la línea del Ejército y la Fuerza Aérea, donde ya estaba vigente esta restricción.
La decisión se formalizó mediante una modificación del reglamento que regía para el personal en servicio activo, extendiendo así las restricciones previas que aplicaban a aquellos involucrados en operaciones específicas.
El contraalmirante Juan Carlos Romay, director general de personal y bienestar de la Armada, fue el encargado de comunicar esta medida a través de un comunicado interno dirigido a los oficiales. El documento, según informa el diario Clarín, establece que el uso de barba queda totalmente prohibido para el personal militar.
A pesar de esta restricción, se han establecido algunas excepciones para el uso de vello facial. Estas excepciones se aplicarán a aquellos que formen parte de "unidades desplegadas fuera de su base habitual" y que, debido a "contingencias" o dificultades para acceder a agua potable, necesiten conservarla por razones prácticas.
Asimismo, aquellos con prescripción médica estarán exentos de esta medida, aunque en todos los casos se exigirá que la barba esté bien cuidada, completa, con bigote y recortada.
Según fuentes consultadas por Clarín, esta modificación no constituye una novedad radical, sino más bien una pequeña ajuste destinado a uniformizar las regulaciones. En palabras de una de las fuentes: "La Armada era el único lugar donde se permitía el uso de barba, aunque solo para personal en funciones administrativas".