La jornada parlamentaria de este martes marcó un punto de inflexión para la administración libertaria. Con 129 diputados en sus bancas y la ausencia de los principales ministros, la Cámara de Diputados dio inicio a una interpelación sin precedentes al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en torno a la criptomoneda $LIBRA, promocionada públicamente por el presidente Javier Milei y actualmente investigada por la justicia nacional e internacional como una presunta estafa financiera.
Francos se convirtió en la cara visible de la defensa. Si bien admitió que Milei se reunió con Julian Peh (Kip Protocol), Hayden Davies (Kelsier Ventures) y Mauricio Novelli, el funcionario insistió en que fueron encuentros personales, sin ningún lazo institucional ni contraprestación económica. “El Presidente no mantiene ni mantuvo relación alguna con las personas involucradas”, afirmó con firmeza.
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Una defensa con silencios y advertencias
Francos apeló a una doble estrategia: negar vínculos directos con el criptoactivo y cuestionar la potestad del Congreso para investigar. “Las comisiones investigadoras no deben convertirse en órganos paralelos de justicia”, lanzó, en lo que fue leído como un claro mensaje para frenar el avance de una comisión especial que podría activarse este miércoles.
El tono no tardó en subir. “Fue una falta de respeto. Si no me dejan hablar, me voy”, disparó el jefe de Gabinete en plena intervención, luego de que se cruzaran gritos por el reglamento. El clima ya estaba caldeado.
El Congreso, campo de batalla
Los bloques que dieron quórum para habilitar la sesión fueron Unión por la Patria, la Coalición Cívica, Encuentro Federal, la izquierda y Democracia para Siempre. En contraste, La Libertad Avanza, el PRO, Innovación Federal y la mayoría de la UCR no se presentaron. De este último espacio, solo Julio Cobos ocupó su banca.
La sesión se desarrolló bajo un esquema acordado por la oposición, con 90 minutos iniciales para Francos, un espacio para preguntas directas y una tercera etapa donde intervendrían todas las bancadas según su peso legislativo. No obstante, el debate sobre si las respuestas serían inmediatas o agrupadas trabó el arranque durante más de una hora.
Mientras tanto, desde los sectores más duros de la oposición ya preparan los cierres de la jornada como antesala de la creación de la comisión investigadora que se votará este miércoles. Esa comisión podría ser el principio de un proceso aún más incómodo para el Ejecutivo.