En medio de la interna cruda que atraviesa el Frente de Todos, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, intentó tomar un rol de mediador en el conflicto entre el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner.
El titular de la Cámara baja visitó primero en su oficina del Senado de la Nación a Cristina Kirchner e, inmediatamente después de terminar ese encuentro, partió rumbo a la Casa Rosada.
En Balcarce 50 se encontró con el jefe de Estado, con quien esta tarde compartía un almuerzo.
Las reuniones seguidas entre Massa, Cristina Kirchner y Alberto Fernández se dan un día después de que el presidente le saliera a responder al camporista Andrés "Cuervo" Larroque, quien advirtió que no iba a llevarse el gobierno "a la mesita de luz".
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Los cruces que ayer se intensificaron continuaron este miércoles, cuando también tuvo lugar la primera reunión de Gabinete en seis meses.
Estas reuniones de Sergio Massa tendrían el objetivo de acercar posiciones entre el Presidente y la vicepresidenta, cuyo vínculo está quebrado. De hecho, el propio Alberto Fernández ha reconocido que no habla con Cristina Kirchner.
El martes, Cristina había lanzando un 'misil' contra el presidente, insinuando que tiene legitimidad legal pero "no de gestión". Si bien su comentario en Twitter venía a cuento de otro tema, una lectura entrelíneas (teniendo en cuenta los cruces entre el cristinismo y el albertismo de los últimos días) sugiere que el mensaje era para Alberto Fernández.
Por su parte, el Presidente había respondido ayer también las críticas de La Cámpora. "Yo no soy dueño del Gobierno, nadie es dueño del Gobierno, el Gobierno es del pueblo, nosotros sólo representamos a ese pueblo", dijo Alberto Fernández en un acto en General Pico, en lo que fue una clara réplica a Andrés 'Cuervo' Larroque, quien había dicho horas antes que "el Gobierno es nuestro".
Y agregó: "Yo estoy seguro que ese pueblo lo que quiere es que trabajemos juntos, que nos integremos, y cumplamos con las palabras empeñadas".
Esta mañana, en tanto, Aníbal Fernández había disparado contra La Cámpora y Máximo Kirchner, por los dichos de Larroque.
"Cada uno que llega a esta Casa de Gobierno se supone que viene con un objetivo claro: el bien común. Si en el medio aparece alguien y agravia al Presidente, y su sector no dice nada, ni su propia conducción dice nada, entonces uno tiene que inferir que su objetivo es inconfesable”, lanzó Aníbal Fernández.
“No sé quiénes son los que están detrás de eso, pero nadie saltó a decir que no compartían las expresiones vertidas en el día de ayer. Lo que hay que hacer es trabajar, no hablar”, añadió.
Pasan los días y todo indica que la ruptura del Frente de Todos resulta cada vez más grande. ¿Sergio Massa podrá ser el mediador que logre la unidad?