En un movimiento que promete sacudir el transporte de pasajeros en Argentina, el gobierno nacional ha autorizado el acceso irrestricto de plataformas digitales de transporte como Uber, Cabify y DiDi, así como remises, a los aeropuertos del país. La decisión, que también afecta a los servicios de taxis, abre la puerta a una mayor competencia y una oferta más variada para los pasajeros.
El Decreto de Transporte, publicado este lunes en el Boletín Oficial, establece que los vehículos de alquiler con taxímetro habilitados en cualquier jurisdicción, junto con los servicios contratados mediante plataformas digitales, podrán acceder a los aeropuertos, puertos y aeródromos nacionales sin restricciones. Esta medida, dispuesta en el artículo 19 de la nueva normativa, garantiza que estas plataformas puedan operar en igualdad de condiciones con los taxis tradicionales.
Una medida que cambia las reglas del juego
El decreto indica que "en los espacios de acceso público de todos los puertos, aeropuertos y aeródromos nacionales podrán ingresar para el ascenso y descenso de pasajeros vehículos contratados de manera tradicional o a través de plataformas digitales". Además, será responsabilidad de la Policía de Seguridad Aeroportuaria y la Prefectura Naval Argentina garantizar tanto el orden como la seguridad dentro de estos espacios.
Para los usuarios de servicios de transporte en aeropuertos, esto implica la posibilidad de elegir entre una mayor variedad de opciones, algo que podría traducirse en precios más competitivos y un mejor servicio.
Te puede interesar
Libertad para los colectivos de larga distancia
Pero los cambios no se detienen ahí. La desregulación también impacta de lleno en el transporte automotor de pasajeros de media y larga distancia. El decreto autoriza a las empresas de colectivos a establecer libremente sus recorridos, horarios, precios y la duración de los servicios, un cambio radical en un sector que había operado bajo una regulación rígida durante más de 30 años.
Esta decisión permitirá una mayor flexibilidad para las compañías de transporte, fomentando una oferta más amplia y adaptada a las necesidades de los pasajeros. Según fuentes oficiales, la medida beneficiará a todos los actores del sector, tanto a los usuarios, que podrán elegir entre más opciones de servicios, como a las empresas y transportistas, que tendrán más libertad para diseñar sus recorridos y fijar precios.
Un nuevo marco para el transporte
El decreto también establece la creación de un nuevo Registro Nacional del Transporte de Pasajeros, donde las empresas deberán inscribirse para ofrecer sus servicios. Para garantizar la seguridad y la transparencia, las compañías tendrán que informar sobre la capacidad de transporte, el tipo de vehículos utilizados, la cantidad de asientos, los seguros contratados, y la lista de conductores asignados, incluyendo sus licencias de conducir. Además, deberán detallar el origen, las paradas intermedias y el destino de cada viaje, junto con la periodicidad de los servicios.
Con esta nueva norma, el gobierno busca modernizar un sistema de transporte que ha quedado obsoleto. Impulsada por la Secretaría de Transporte del Ministerio de Economía y el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, la normativa reemplaza a un marco regulatorio que llevaba décadas sin cambios significativos.
¿Qué significa para los usuarios?
En el corto plazo, los pasajeros podrán ver una mayor oferta de servicios y, con ello, una competencia de precios que se espera sea beneficiosa. La libre elección de horarios y destinos también ofrece una flexibilidad sin precedentes en el transporte de larga distancia. Por otro lado, la inclusión de plataformas digitales de transporte en aeropuertos brindará opciones adicionales a los viajeros, quienes podrán elegir entre taxis, remises o plataformas digitales como Uber y DiDi, según sus necesidades y preferencias.
Un sector en transformación
La desregulación del transporte de pasajeros marca un nuevo capítulo en la movilidad del país. Al eliminar barreras, el gobierno apunta a dinamizar un sector que, hasta ahora, había operado bajo fuertes restricciones. La apuesta por una mayor competencia y una oferta más diversificada es clara: mejorar la experiencia del usuario, reducir costos y ofrecer más alternativas tanto en las rutas de larga distancia como en los accesos a aeropuertos y puertos.
Si bien la medida ha sido recibida con optimismo por parte de las plataformas digitales y las empresas de colectivos, aún está por verse cómo responderán los actores más tradicionales del sector, como los taxistas y las empresas de transporte establecidas. El tiempo dirá si esta transformación logra el equilibrio deseado entre innovación, competencia y calidad de servicio.