Con la presencia de Sergio Massa y Javier Milei, la Asamblea Legislativa proclamó este jueves las fórmulas que competirán en el balotaje del próximo 19 de noviembre.
Con Massa ubicado en un palco en el primer piso del recinto, justo sobre la banca de Milei, la vicepresidenta Cristina Kirchner abrió la Asamblea Legislativa que debía cumplir con el paso formal de dar lectura a los resultados del escrutinio definitivo.
Te puede interesar
De este modo, quedaron legalmente proclamados Massa y su compañero de fórmula, Agustín Rossi, con el primer lugar en las elecciones generales; y Milei, con su postulante a vicepresidenta Victoria Villaruel, en el segundo puesto.
En el camino, quedaron la fórmula conformada por Patricia Bullrich-Luis Petri, con 6.379.023 votos (23,81%); el binomio de Juan Schiaretti-Florencio Randazzo, con 1.802.068 votos (6,63%) y la de la izquierda de Myriam Bregman- Nicolás del Caño, con 722.061 votos (2,70%).
"El proyecto de resolución fue aprobado por unanimidad", sentenció Cristina Kirchner al término de la lectura, escoltada por la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, y la presidenta provisional del Senado, Claudia Ledesma.
Durante la media hora que duró la ceremonia, Massa eligió estar solo, sin su compañero de fórmula, atento a los detalles de la Asamblea y saludando y levantando el pulgar de cara a legisladores desde la bandeja del primer piso.
Milei, en cambio, se sentó junto a su compañera de binomio, Villaruel, con quien casi no intercambió palabras, y dedicó la primera parte del acto a mirar su celular. Luego, se retiró los anteojos y escuchó los números con gesto adusto.
Te puede interesar
En el final, tuvo un tenso intercambio con otra compañera de bancada, la diputada de la izquierda Romina Del Plá, quien se había sentado banca de por medio con un cartel que rezaba: "Balotaje: chantaje de los ajustadores". Milei esperó al final para decirle algo, aunque no trascendió el detalle del mensaje.
Como son mayoría, la lectura de los resultados para el binomio Massa-Rossi fue seguida de efusivos aplausos, a diferencia de cuando llegó el turno de Milei o de Bullrich, cuando las expresiones de apoyo fueron moderadas.