La monja Kosaka Kumiko recuperó la libertad este viernes, tras ser acusada de abuso sexual agravado y corrupción de menores. La novedad de su liberación generó indignación total en las victimas, los vínculos estrechos y no estrechos de los familiares, en la sociedad en general.
Según la ley, la liberación se da porque cumplió ciertos plazo legal para que una persona sin condena esté detenida.
Además, la justicia dictaminó que la acusada de abuso sexual a menores no podrá tener contacto con los afectados, ni salir del país. Asimismo, deberá presentarse a las audiencias porque el juicio en su contra continúa.
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Una mamá de sobrevivientes del Próvolo se mostro muy desconsolada ante la novedad de la liberación de la acusada, "¿Cómo le explico a mis hijos que a esta señora no se la van a cruzar?, expresó Cecilia Fernández en un dialogo con el Canal 9.
"Tengo muchísimo dolor encima. No puedo abrazar a mis hijos porque se fueron lejos para no vivir más esto. Este es un golpe fuertísimo, los chicos vienen acarreando mucha desgracia encima. Nos quedamos con las manos vacías una vez más", concluyó, ante el canal de noticias.
Kumiko está acusada de abuso sexual agravado, corrupción de menores y partícipe primaria por omisión.
El abogado querellante Lucas Lecour, explicó que esto es parte de la estratégica defensa de Kumiko, que fue tolerada por el mismo tribunal. De tal manera que permitió la dilación en los plazos. Hay víctimas que han tenido que ir a declarar 25 veces. "Es imposible que si el Tribunal permite eso, se cumplan los plazos que tiene previsto el Código" manifestó al Noticiero 9.
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Sergio Salinas el abogado querellante explicó al canal de noticias que van a enfrentar el pedido de la defensa de Kumiko argumentando que hubo dilaciones manifiestas de la defensa en el juicio y que la gravedad de los delitos atribuidos son suficientes para mantener a una persona presa.
"Con las pocas personas que han declarado, con la mitad de la jornada que se realiza porque la Corte no ha desafectado a los jueces para que puedan trabajar todo el día, por lo menos le quedan nueve años más", dijo Salinas a Canal 9 sobre la causa.
Este es el segundo juicio por los abusos a niños y niñas hipoacúsicos en el Instituto Antonio Próvolo, tiene imputadas a nueve personas, dos de ellas son monjas. En el primera instancia del juicio, que finalizó en noviembre de 2019, fueron condenados el sacerdote Horacio Hugo Corbacho, a 45 años de prisión; el cura italiano Nicola Corradi (83), quien recibió una pena de 42 años y el exempleado Armando Gómez, quien recibió 18 años de prisión.