A principios del mes pasado, otro chacal fue capturado en la provincia. El hombre, oriundo de Las Heras, fue imputado por abusar sexualmente de una hija de 14 años –los hechos se habrían iniciado cuando tenía 7– y está sospechado en otros dos casos de gravedad en otra jurisdicción.
Esta semana el juez Juan Manuel Pina González le dictó la prisión preventiva por abuso sexual agravado con acceso carnal y por el vínculo. Esto permitió que continúe en la cárcel mientras se desarrolla la instrucción en su contra, a cargo del fiscal Darío Nora.
El sujeto, de quien se reserva la identidad para preservar a la víctima, fue descubierto por su pareja mientras vejaba a la menor. Además, la víctima declaró en cámara Gesell y confirmó los abusos.
La pareja era oriunda de Buenos Aires y habían llegado hace un tiempo a Mendoza, donde se habían instalado en el Asentamiento Santo Tomás de Aquino.
Según relató la mujer, en la madrugada del 2 de junio se despertó y vio como el hombre penetraba a su hija de 14 años (fruto de una relación que el ahora acusado había tenido con otra mujer). Además contó que cuando vivían en Quilmas, Provincia de Buenos Aires, vecinos les habían quemado una casa acusándolo de haberle pagado a una niña para que le mostrara sus partes íntimas.
Más allá de esto, el testimonio que más complico al sujeto fue el de su propia hija, quien ante los peritos declaró: "Él me hacía el amor cuando ella se iba a comprar. Me ponía boca abajo. Si yo decía algo, me pegaba. Mis hermanos le veían a veces, pero no podían decir nada porque les pegaba. Siempre nos pegaba. Hace mucho que tiene relaciones conmigo. Nadie dice nada". Además, las lesiones que presentaba concordaron con el relato de abuso sexual infantil.