Esta semana el segundo del Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE), Gustavo Correas, fue imputado por abuso sexual simple contra una guardia de seguridad de un edificio ubicado en calle Patricias Mendocinas al 1157 de Ciudad.
Pese a esto, y a que desde el colectivo Ni Una Menos Mendoza pidieron que Correas fuera apartado de su cargo en el gremio docente, la secretaria general del sindicato, Carina Sedano, decidió sostener a su compañero. La misma suerte correrán los otros dos imputados que tiene la causa (también miembros del SUTE).
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“Nosotros tenemos un protocolo de violencia de género que se aprobó en plenario provincial y en base a eso y a lo que hemos debatido con el secretariado entendemos que no corresponde que Correa, ni los otros dos compañeros denunciados, sean apartados de sus cargos”, explicó Sedano en diálogo con los colegas de Diario Uno.
Además Sedano defendió a Correas como testigo de lo que ocurrió el día del presunto hecho: “Más allá de que estamos cumpliendo con lo legal y con los reglamentos internos, también creemos que es clave que se escuche nuestras voces como mujeres que estuvimos ese día en el lugar y que vimos lo que sucedió”.
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“Ese día yo encabecé el reclamo que hicimos por el cierre de aulas de educación de adultos. Apenas llegamos a esas oficinas nos obstaculizaron el ingreso y cuando vi que era una mujer la encargada de la seguridad, yo entré primero y le pedí a mis compañeras que avanzaran primero”, contó.
Luego señaló: “Al reclamo llegamos entre 50 y 60 personas, docentes y delegados de Adultos, que acudimos y vimos lo que pasó y no vimos lo que se denunció. Por eso necesitamos que también se valore nuestra voz, porque también somos mujeres que queremos contar lo que sucedió y entendemos que nuestra voz debería tener la misma escucha que la de la persona que denunció”.
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La víctima, que trabaja en el edificio a donde acudieron los miembros del SUTE, denunció que Correa junto a otras dos personas la golpearon en el pecho, cuello, espalda y piernas, le jalaron el cabello, le patearon la vagina, le tocaron los pechos, intentaron bajarle los pantalones. También dijo que Correa se puso detrás suyo y le apoyó el pene en los glúteos, luego de que los y las manifestantes entraran al edificio de calle Patricias Mendocinas.
"Lo que evaluamos y debatimos con el secretariado es que en este caso la víctima no es una afiliada con la que los acusados puedan tener vínculo o trato permanente por compartir funciones. Entendimos que ellos se pusieron a disposición de la Justicia y que también está vigente una prohibición de acercamiento por lo que es imposible que puedan entorpecer la investigación. Por eso entendimos que deben mantenerse en sus cargos a la espera de lo que defina la Justicia", concluyó Sedano.