Un momento inquietante se vivió previo en el juicio que se le hace a Nicolás Gil Pereg por el asesinato de su madre y su tía. El imputado y principal sospechoso por los crímenes comenzó maullar insesantemente al moento del inigreso al debate.
"Miau, miau, miau", repetía una y otra vez el ex soldado israelí.
La jueza técnica Laura Guajardo le advirtió ante la situación: "Señor Gil Pereg antes del ingreso del jurado yo le advertí que si quería permanecer en la sala debía hacerlo en silencio, con respeto y con decoro. De lo contrario deberá ser trasladado a una sala contigua al tribunal, desde la cual va a poder ver y oír todo lo que ocurra en la sala. En caso que quiera participar, se lo dice a las personas que lo custodian".
"Basta por favor" indicó la magistrada y pidió que trasladaran a Gil Pereg a otra sala.
El israelí de 41 años está imputado por homicidio agravado por el vínculo por su madre, Phyria Saroussy, y homicidio agravado por el uso de arma de fuego a su tía, Lily Pereg, en enero de 2019. A las dos las enterró en el fondo de su propiedad, frente al cementerio de Guaymallén, donde los cuerpos fueron encontrados 12 días más tarde.