Sandra Giglio, la cuñada de Roberto Sabo, el kiosquero asesinado en la localidad bonaerense de Ramos Mejía, aseguró este lunes que el hombre "era un laburante que le daba todo a su familia" y dijo que los delincuentes le dieron "seis tiros", pero que no le robaron "nada".
"Era un laburante que le daba todo a su familia y tenía dos hijos. Hace 40 años que tienen el kiosco. Creo que primero lo tenía el papá", contó la mujer en diálogo con Jorge Pizarro en el programa "Mejor Ahora" que se emite por Radio Rivadavia. Asimismo, la cuñada de Sabo añadió: "Fue un intento de robo y no robaron nada, dejaron todo adentro del kiosco, hasta el arma dejaron".
"Para ellos sabemos que la vida no vale nada. Porque si van a robar y te matan es porque la vida no vale nada", indicó, a la vez que manifestó: "Lo mataron porque son unos hijos de puta. Somos trofeos para los asesinos, porque son asesinos".
Además la mujer aseguró: "Ni las ratas se merecen que lo comparemos con esta clase de gente. Seis tiros le dieron para no robarle nada y no sabemos si se resistió porque él estaba solo". Al ser consultada acerca de cómo huyeron los delincuentes, señaló: "Por lo que yo sabía era un remís, pero no se sabía si el remisero estaba con ellos. El delincuente tiene el 29 años y la pareja 15".
"Los agarraron a una cuatro o cinco cuadras del kiosco. Lo que se decía era que aparentemente a este asesino le vieron sangre en la ropa y por eso los pararon", aseveró. En tanto, comentó: "Dicen que robaron una moto y que tenían ropa en la mochila para cambiarse. Salen a matar, es un placer que sienten, no importa si no robamos nada pero los matamos".
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Sabo, de 48 años fue asesinado en plena zona comercial de la localidad bonaerense de Ramos Mejía, y por el hecho fue detenida una pareja. El hecho se produjo alrededor de las 14:00 del domingo en el drugstore "Pato", situado en la Avenida de Mayo al 800, de esa localidad del partido de La Matanza, en la zona oeste del conurbano.
Los delincuentes, un joven de 29 años y una menor de 15, entraron al local con fines de robo y en circunstancias que no se habían determinado, le dispararon en la cabeza a Sabo, para luego darse a la fuga. Mientras el comerciante perdió la vida en el acto, con el fin de completar el escape, los asaltantes en primer lugar le robaron el auto a un remisero y luego la moto a un repartidor delivery. Finalmente, los delincuentes fueron detenidos y llevados a la comisaría segunda de La Matanza, que tiene jurisdicción en la zona.