Tras conocerse el nuevo perfil de ADN en el caso por el crimen de Nora Dalmasso ocurrido en 2006, el fiscal de instrucción Pablo Jávega brindó detalles sobre los resultados de las pruebas genéticas y la imputación al nuevo acusado: el parquetista Roberto Bárzola.
En diálogo con Cadena 3 precisó que el análisis de ADN mitocondrial y de genotipo realizado por el Centro de Genética Forense y corroborado por un laboratorio en Estados Unidos vinculó directamente al nuevo sospechoso con el lugar del crimen. “La huella genética en el cinturón de la bata y el vello encontrado en la escena son pruebas contundentes”, declaró Jávega.
En este marco, el fiscal indicó que Bárzola enfrenta la imputación de “abuso sexual seguido de muerte”, tipificado en el artículo 80 del Código Penal. Si bien se le han impuesto medidas procesales, como la fijación de domicilio, aún no hay restricciones migratorias.
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El fiscal destacó la metodología aplicada desde que retomó la investigación. Se revisaron minuciosamente pruebas cuestionadas y se depuraron hipótesis previas. Este enfoque permitió identificar negligencias en los procedimientos iniciales y priorizar una línea investigativa basada en evidencia concreta.
“Nos sorprendió la contundencia de los resultados en el corto plazo, aunque sabíamos que trabajábamos con un método válido”, afirmó Jávega, quien también reconoció la colaboración del FBI y otros organismos internacionales.
Si bien el fiscal evitó emitir juicios sobre gestiones previas, y los procedimientos de investigación iniciales, reconoció que “el testimonio clave del sospechoso estuvo presente desde el inicio del expediente”.