El abogado Miguel Ángel Pierri explicó que el joven detenido "era un simple empleado que había viajado a El Salvador para trabajar en una empresa, pero era un colaborador colateral sin ningún tipo de decisión ni jerárquica ni directiva".
El letrado dijo que comenzó a asistir a la familia de González el fin de semana, ya que desde el 14 de julio, cuando Alejo fue detenido, no volvieron a tener contacto de él ni saben dónde se encuentra alojado.
"Sabemos que primero estuvo en El Penalito, que es un lugar de detención cuando apenas son apresadas las personas en El Salvador, pero que luego fue transferido a otra unidad", dijo el abogado, quien explicó que tanto él como sus padres desconocen "los elementos con los que cuenta el juez para dictarle la prisión preventiva".
"Nosotros no tenemos matrícula para trabajar en El Salvador, pero tenemos allá a abogados que sí tienen la matrícula y mañana mismo se presentarán para tener contacto con la causa", dijo Pierri.
"Hace minutos me contacté con Mauricio Arias (el padre del muchacho detenido), que al igual que la madre del joven están esperando algún tipo de comunicación para saber dónde está su hijo", señaló el abogado, quien recamó "cuestiones humanitarias como la comunicación entre un detenido con sus familiares".
González (24) fue detenido junto a otras 39 personas el pasado 14 de julio en El Salvador acusado de “pertenecer a una red internacional que estafaba bajo el modelo 'gota a gota', en la cual obtuvieron cuantiosas cantidades de dinero que desviaron hacia otros países”, dice la acusación presentada por la Fiscalía del Juzgado Especializado sexto contra el Crimen Organizado de San Salvador.
La fiscalía “solicitó que los cuarenta imputados, en su mayoría colombianos y salvadoreños, acusados de conformar una microfinanciera ilegal y otorgar créditos con altos intereses que cobraban con amenazas, continúen en detención provisional mientras siguen las investigaciones en su contra”.
Desde esa fiscalía indicaron que “a los imputados se les atribuyen los delitos de agrupaciones ilícitas y receptación” y, sobre el modo en que operaba la banda, indicaron que “las personas habrían conformado de manera ilegal y sin que fueran reguladas por el Estado, varias empresas microfinancieras que ofrecían prestamos con altos intereses que después cobraban a veces utilizando la violencia”.
Tanto la familia como el abogado Pierri rechazaron esa acusación y aseguraron que Alejo "era ajeno a todo tipo de maniobra ilegal ya que era un simple empleado" y aguardan para las próximas horas algún tipo de comunicación respecto al penal en el que se encuentra detenido.
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