En la entrevista con el programa "Tenés que saberlo" de Radio Jornada (FM 91.9), el Dr. Diego Guzzanti, cardiólogo intervencionista y miembro del Colegio Argentino de Cardioangiologistas Intervencionistas, expuso a Hernan Bitar y Evangelina Argüello la grave situación que atraviesa su especialidad en Argentina, que los ha llevado a un paro nacional de 48 horas.
El paro, que comenzó este miércoles y se extiende hasta el jueves, afecta todas las intervenciones cardiológicas programadas, con excepción de las urgencias coronarias. Guzzanti explicó que la medida se originó por el desmesurado aumento en los costos de insumos médicos esenciales, como el contraste de yodo, cuyo precio ha subido más del 1400% en los últimos años."La situación es insostenible", advirtió Guzzanti.
El especialista describió una "tormenta perfecta" en el sector: escasez de insumos, baja remuneración y condiciones laborales precarias, lo que ha llevado a muchos cardiólogos a emigrar del país. Según Guzzanti, la especialidad está en peligro de extinción en Argentina, ya que se requieren muchos años de formación para una profesión que no ofrece estabilidad ni retribución justa.
Otro problema crítico señalado en la entrevista es la falta de insumos, lo que obliga a los profesionales a realizar procedimientos con materiales insuficientes o improvisados, prolongando las intervenciones y aumentando el riesgo tanto para los pacientes como para los médicos, quienes están expuestos a largas horas de radiación.
"Estamos haciendo lo imposible con lo que tenemos, pero esto nos está llevando al límite", subrayó el cardiólogo. Además, destacó que muchos de sus colegas trabajan en negro, lo que agrava aún más la situación laboral en el sector privado.
LOS MOTIVOS QUE LLEVARON A FRENAR LAS INTERVENCIONES QUIRÚRGICAS
Guzzanti también denunció la falta de respuesta por parte del Ministerio de Salud de la Nación, tanto a nivel nacional como provincial, lo que ha motivado la reanudación de la medida de fuerza. "Si no hay respuestas, esta situación va a seguir empeorando, porque simplemente no podemos seguir trabajando en estas condiciones", concluyó.
El paro de los cardiólogos intervencionistas es un grito desesperado de un sector clave en el sistema de salud que enfrenta un futuro incierto. Mientras tanto, los pacientes con patologías vasculares seguirán esperando, en un sistema que parece no poder garantizar los insumos básicos para su tratamiento.