Llega una nueva modalidad de fitness: el Hyrox. Este concepto de entrenamiento combina el running o, lo que es lo mismo, el hecho de tener que correr ocho kilómetros en un circuito cerrado, junto a otros ocho workouts de manera intercalada. Es un conjunto de ejercicios de competición que se practica a puertas cerradas de manera individual o en equipo y mueve masas a nivel global. Tanto es así que está creciendo a un ritmo vertiginoso.
Su fundador, Christin Tötzke, manifestó que su ambición es convertirlo en el equivalente al maratón de Londres para corredores. Y lo cierto es que desde su lanzamiento con un único evento y 650 participantes en Alemania hace siete años, Hyrox se extendió por 14 países.
Va más más allá del crossfit y el running, desde su lanzamiento en 2017, Hyrox no deja de sumar adeptos alrededor del mundo. Y si bien no se trata de una disciplina para principiantes, es una actividad que puede practicar cualquier persona que asista habitualmente a clases de gimnasia.
Las carreras suelen completarse en torno a las casi dos horas, lo cual es comparables a un triatlón de velocidad o una media maratón rápida, pero dependerá del nivel físico de cada participante. La estructura constante de las competiciones de Hyrox, se mantienen invariables los ejercicios y distancias en todas partes del mundo, contrasta con la variabilidad de las rutinas de crossfit, cuya naturaleza impredecible se revela justo antes de empezar cada nueva clase.
No importa la edad que se tenga (a partir de los 16 años, eso sí) ni el nivel físico de cada participante, pues en Hyrox no existen clasificaciones previas ni tiempo límite de la competición. La estructura de esta competición es clara y es así:
Un inicio con una carrera de 1 km.
Skierg. Otros 1000 metros en una máquina que trabaja los músculos del brazo, los hombros y el tronco, pero también involucra la parte inferior del cuerpo y las piernas mientras se agacha y conduce con cada brazada.
Trineo. Empujar un trineo con pesas durante 50 metros a lo largo de una alfombra de césped sintético. “Se dirige a los músculos de la parte inferior del cuerpo, incluidos el núcleo y los cuádriceps, ya que es necesario impulsar las piernas para impulsarse hacia adelante”, precisó en declaraciones al diario británico The Times el instructor Matt Waters, quien aclaró que “también se trabajarán los hombros mientras se inclina hacia la máquina”.
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Trineo. Se empuja en sentido contrario, también a lo largo de 50 metros. Esto trabaja los músculos de los glúteos, el tronco y los bíceps.
Burpee broad jumps. Recorrer 80 metros haciendo el temido combo de salto largo de pie y burpee. “Este es el ejercicio que la gente odia al principio y lo siente en las piernas y los glúteos al día siguiente -señaló Waters-. Pero las ganancias se obtienen rápidamente a medida que la técnica mejora”.
Remo. Marca el comienzo de la segunda mitad de la carrera Hyrox y consiste en 1000 metros en el remo, donde se trabaja piernas, espalda, brazos, hombros y pulmones.
Caminata del granjero. Consiste en caminar 200 metros mientras se lleva una pesa rusa -generalmente de 16, 24 o 32 kilos- en cada mano. “Es excelente para mejorar la fuerza de agarre, se considera un importante predictor del envejecimiento, y también aumenta la fuerza del núcleo y la parte superior de la espalda”, según Waters.
Estocadas con saco de arena. Caminando con un saco de arena con peso de 10, 20 o 30 kilos sobre los hombros, se trata de un potente ejercicio de glúteos.
Wall balls (o balones de pared). Esta estación de ejercicio funcional final requiere realizar entre 70 y 100 lanzamientos de balones (de 4, 6 o 9 kilos) hacia la pared, poniéndose de pie antes de ponerse en cuclillas y luego impulsándolo hacia arriba para lanzarlo.
Beneficios de ésta nueva disciplina
Se trabajan distintos aspectos del entrenamiento: cardiovascular, flexibilidad, fuerza, potencia y resistencia. De este modo, las personas mejoran su rendimiento atlético en cualquier otra disciplina, incluyendo el gimnasio. Al tratarse de movimientos funcionales, también ayudará en los movimientos del día a día, reduciendo los riesgos de lesión.
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Porqué es tendencia mundial
Una de las claves del interés que despierta este tipo de pruebas es que no es necesario ser un atleta de élite para competir, y que no hay reglas que impidan que cada atleta vaya a su ritmo o que se pare en algún momento. Lo único que deben tener en cuenta es que su condición física le debería permitir poder completar los ejercicios funcionales que incluye la prueba. Desde tener la fuerza necesaria para mover los trineos (tanto para empujarlos como para tirar de ellos), hasta la suficiente fuerza de agarre para el 'Farmers carry' (aunque sea posible, eso sí, apoyar los kettlebells tantas veces como quieras) pasando por la capacidad de completar los Sandbag lunges (en las que, por cierto, no se puede poner el saco en el suelo si no quieres que te penalice el 'Head judge').