En una trágica expedición a la imponente Cordillera de Los Andes, los andinistas argentinos Ignacio Javier Lucero, Raúl Espir y Sergio Berardo fueron hallados sin vida después de perderse la comunicación el pasado jueves.
La expedición, que tenía como objetivo alcanzar la cumbre del volcán Marmolejo, de 6.108 metros de altura, se convirtió en una lamentable historia que conmovió a la comunidad de montañistas.
Entre los fallecidos se encontraba Ignacio Javier Lucero, un experimentado guía de montañas mendocino, cuya vida estuvo marcada por una asombrosa historia de superación. Lucero, de 49 años, ostentaba más de 30 años de trayectoria en el andinismo y había realizado 46 ascensos al Aconcagua, además de expediciones internacionales a lugares como Alaska, Nepal, y la Unión Europea.
La historia de Lucero no solo destacaba por sus logros en la montaña, sino por su valentía y resiliencia. En 2011, sufrió un infarto masivo a 7.400 metros de altura en el monte Manaslu, en el Himalaya. Tras superar un ACV y enfrentar una larga rehabilitación, su vida dio un giro inesperado gracias a un perro callejero llamado "Oro", que lo acompañó en su recuperación y en diversas travesías, incluyendo ascensos al Aconcagua.
El vínculo entre Lucero y "Oro" se convirtió en una inspiradora historia de compañerismo y superación. La mascota lo acompañó hasta su fallecimiento en 2020, siendo enterrado en el Cementerio de Andinistas de Puente del Inca. La experiencia de Lucero fue compartida en charlas TED y medios, demostrando su compromiso con la montaña y su capacidad para sobreponerse a adversidades.
Raúl Espir, intendente de General San Martín, también formaba parte de la expedición. Con 55 años y reelecto con el 63% de los votos este año, Espir dejó un legado en la política local y era conocido por su afición al andinismo, como evidencian las numerosas fotos de sus expediciones en su perfil de Facebook.
Sergio Berardo, escribano de la ciudad pampeana, compartía la pasión por la montaña con Lucero, y juntos habían realizado seis expediciones. Berardo elogiaba la vasta experiencia y profesionalismo de Lucero, resaltando la seguridad que sentía al transitar la montaña con él.