Si bien Mendoza tiene una tasa de mortalidad materna mucho más baja que la media nacional, con cifras duras que son difíciles de descender, este año logró bajar nuevamente estos indicadores. Las cifras marcan el desarrollo y calidad de vida de los habitantes, como el buen funcionamiento del sistema sanitario.
El gobernador, a través de su cuenta de Twitter, informo: “En Mendoza seguimos bajando la mortalidad infantil. Hace siete años, la tasa era del 8,5 por mil nacidos vivos. Progresivamente fue descendiendo hasta llegar al 6,9 en 2021, y en el 2022 fue de 6,6. La provincia se ubica así por debajo del índice nacional de mortalidad infantil”.
“Este logro es el resultado de políticas públicas sostenidas por el Gobierno de Mendoza en torno a la prevención, atención y control de embarazos, sumado a las continuas inversiones en nuestras neonatologías y maternidades”, destacó Suarez.
En este marco, la ministra de Salud, Ana María Nadal, junto a la directora de Maternidad e Infancia, Mónica Rinaldi, y a la jefa del Programa de Salud Reproductiva, Valentina Albornoz, dieron detalles de estos indicadores.
“Hoy tenemos el agrado de dar a conocer este indicador tan importante como es la baja de la mortalidad infantil, de la mortalidad materna y el sostenimiento del porcentaje del embarazo adolescente”, comenzó la ministra.
“En este sentido, como lo dijo el Gobernador, para nosotros es muy importante sanitariamente este indicador, porque habla de muchas cosas: en primer lugar, del desarrollo y de la calidad de vida de las sociedades. Y Mendoza, con 6,6 de tasa de mortalidad infantil, que es inferior a la media nacional, viene en una progresiva y sostenida baja. En 2018 arrancamos con una tasa de mortalidad de 8,5; en 2021, de 6,9. Esto es de gran importancia porque estamos descendiendo en indicadores que son ya muy bajos”, explicó Nadal.
Así también, la funcionaria expresó que este indicador expresa cómo funciona el sistema de salud: “Por eso destacamos la labor de los equipos de salud en el territorio, con la aplicación de políticas sostenidas en el tiempo. Desde el asesoramiento desde antes de la preconcepción, o sea antes que la mujer decida que va a tener un bebé, luego el control del embarazo de manera temprana y el conjunto de prestaciones sanitarias que rodean a esos controles. Además de un trabajo muy fuerte en el sistema con lo relacionado a la categorización, regionalización, inversión en equipamiento en las maternidades y neonatologías. Por ejemplo, el equipo de hipotermia que se consiguió para Schestakow, que es de vital importancia en la sobrevida de los bebés”.
Además, la titular de Salud destacó el trabajo realizado en la capacitación del recurso humano: se han capacitado más de 600 profesionales; y desde lo académico: se fomenta que existan más profesionales relacionados con neonatología y terapia intensiva pediátrica.
Nadal enfatizó “la existencia de una red perinatal que ayuda en la derivación a las maternidades donde tienen que nacer los chicos de manera segura. Es una mirada integral desde el primer nivel de atención hasta la mayor complejidad, donde el sistema de salud funciona integrado y articulado”.
“También se ha producido un descenso en la mortalidad materna a 1,4, se redujo una cifra considerable si se la compara con lo ocurrido durante la pandemia de coronavirus que tuvimos más muertes asociadas a COVID-19. Hemos vuelto a un indicador piso. Se trata del número más bajo histórico de la provincia. Esto habla de un profundo cuidado de todos los niveles de atención, desde el territorio hasta los lugares de alta complejidad o donde resolvemos las situaciones más complejas”, expresó la ministra.
En relación con el embarazo adolescente, Nadal especificó: “Si bien conservamos el porcentaje cada 1.000 nacidos, 7,5 corresponde a mamás menores de 20 años. Si miramos hacia dentro del indicador, vemos que hay menores nacimientos en chicas de 15 años. Esto se logra con políticas sanitarias públicas sostenidas en el tiempo que venimos aplicando desde el 2015 que empezamos a trabajar. Pasamos de 5.000 embarazos adolescentes a 1.700, con todo lo que esto implica en la vida de un adolescente y su familia”.
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Por su parte, Mónica Rinaldi, directora de Maternidad e Infancia, destacó: “Nuestro sistema de salud está organizado de forma regionalizada con 5 regiones y en cada una de ellas hay una maternidad segura. Esto implica tener una maternidad que pueda atender cualquier emergencia”.
Así también, Rinaldi remarco que la provincia cuenta con un sistema de complejidad creciente: “Esto da la oportunidad de que cada bebé prematuro o mamá con cierta complejidad se pueda atender en el lugar que lo necesite a nivel hospitalario. Y, a nivel de atención primaria, trabajamos desde antes que la mujer se quede embarazada para evitar riesgos en el embarazo”.
Por ultimo, Valentina Albornoz, jefa del Programa de Salud Reproductiva, habló del trabajo que se realiza con las adolescentes: “Nosotros consideramos a los adolescentes como una población vulnerable con ciertas condiciones específicas y articulamos interministerialmente con áreas de Educación. Con las asesorías en escuelas secundarias, trabajamos con más de 8.000 adolescentes”.
“Nuestro objetivo es invitar al adolescente a que encuentre un espacio en una asesoría de salud sexual integral segura. Esto se traduce en el cambio de calidad de vida de muchas familias, y en la posibilidad de que muchos adolescentes pudieron vivir sexualidad de manera segura, cuidada y más informada”, finalizó.