Por primera vez en la historia de la Guía Michelin, la premiación se realizó al aire libre. Y fue en Mendoza, en los jardines de la bodega Susana Balbo, donde el cielo mendocino acompañó a una noche que quedará marcada en la historia del turismo y la gastronomía argentina.
La mañana siguiente, aún con la adrenalina en el cuerpo y la emoción a flor de piel, Gabriela Testa, titular de Ente Mendoza Turismo, conversó con Luis Abrego en su ciclo radial Lado A, emitido por Radio Jornada 91.9. En una entrevista distendida pero cargada de definiciones, Testa compartió las claves detrás de un evento que posicionó a Mendoza como una de las capitales gastronómicas del continente.
“Esto fue como organizar una final del Mundial, pero en casa", dijo Testa. “Y ganar. Porque no solo fuimos sede, sino que brillamos con luz propia. Mendoza fue la gran protagonista de la noche”.
La funcionaria comparó la gala con los premios Oscar: la alfombra roja, los discursos, los flashes y, por supuesto, las estrellas. Pero esta vez, no eran actores ni actrices los homenajeados, sino chefs, sommeliers, productores y restaurantes mendocinos, que demostraron que el talento local está a la altura de los grandes del mundo.
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Mendoza, protagonista absoluta
De los nueve restaurantes argentinos que recibieron la codiciada estrella Michelin, seis son mendocinos. Y de esos seis, cinco también fueron distinguidos con la estrella verde, que reconoce prácticas sustentables, compromiso ambiental e inclusión social.
“No hay otro lugar en el mundo con esa combinación. Nos lo dijo el propio equipo de Michelin. Tenemos chefs con estrella y conciencia ecológica. Eso es algo que emociona y que habla de un modelo de desarrollo turístico integral”, explicó Testa.
Durante la entrevista, también hubo lugar para la emoción personal: “Fue como sacarme una mochila gigante. Porque esto se venía trabajando hace años. La ansiedad, la organización, el miedo a que algo falle... Y finalmente todo salió impecable. Hasta el clima nos acompañó”, reconoció con una sonrisa.
Más allá del plato: turismo, territorio y empleo
Pero más allá del brillo y los aplausos, Testa puso el foco en lo que realmente importa: el impacto territorial de estos reconocimientos. La gastronomía no es solo cocina de autor ni vajilla elegante; es producción local, empleo genuino, circuitos turísticos, identidad cultural y desarrollo sostenible.
“Desde el pequeño productor de hierbas aromáticas en Lavalle hasta el enólogo que cuida cada uva en Gualtallary, todos son parte de esta cadena virtuosa. Cada estrella Michelin derrama muchísimo más allá de los restaurantes”, afirmó.
Testa también remarcó que la gastronomía mendocina tiene una fortaleza única: su conexión con el paisaje, el vino y la experiencia integral del turista.
“No se trata solo de comer bien. Se trata de vivir una experiencia sensorial completa: ver la Cordillera, caminar entre viñedos, probar un plato con productos locales, oler el vino... Eso no existe en muchos lugares del mundo”, apuntó.
La deuda pendiente: la categoría Bib Gourmand
Consultada por Abrego sobre la ausencia de restaurantes mendocinos en la categoría Bib Gourmand, que premia la mejor relación precio-calidad, Testa fue clara: “Es un llamado de atención. Tenemos muy buena gastronomía accesible, pero tal vez no fue visibilizada en esta primera edición. O los inspectores no llegaron a ciertos lugares. Es una tarea pendiente para todos: Estado, sector privado y academias gastronómicas”.
El orgullo de lo nuestro
Uno de los momentos más destacados de la charla fue cuando Testa se refirió al orgullo colectivo que generó la ceremonia.
“Fue muy emocionante ver cómo los chefs se abrazaban entre ellos, cómo aplaudían a sus colegas. Se respiraba compañerismo, comunidad, alegría genuina. Por momentos, parecía que estábamos en Qatar en 2022”, bromeó, en alusión a la final del Mundial.
Luis Abrego celebró la posibilidad de transmitir esa emoción al aire, en vivo, para toda la audiencia mendocina. Y valoró la importancia de que los grandes eventos internacionales también sean parte de la vida cotidiana local.
Testa, en sintonía, insistió en que estos reconocimientos no deben ser solo para el turista extranjero: “Queremos que el mendocino también disfrute, que pueda ir a probar estos lugares, que sienta que esto también es suyo. Por eso muchos restaurantes están ofreciendo menús promocionales para residentes. Es parte de democratizar la experiencia gastronómica”.
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Un futuro con estrella
Hacia el final, la titular del Ente dejó una frase que resume el espíritu de este momento: “Hoy Mendoza está en la misma liga que Napa Valley. No lo digo yo, lo dice Michelin. Eso es fruto de un trabajo colectivo, y de una visión a largo plazo”.
La entrevista en Lado A cerró con un aplauso simbólico a todo el ecosistema que hizo posible este logro: cocineros, camareros, bodegueros, emprendedores, funcionarios, y, sobre todo, una comunidad que cree en el valor de lo propio.