La inflación volvió a sorprender en marzo y encendió alarmas entre los analistas. Según el INDEC, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró un 3,7% a nivel nacional, mientras que en Mendoza fue del 3,1%, de acuerdo con datos de la DEIE. En diálogo con Horacio Meilán en Las Voces de Jornada por Radio Jornada, el economista Sebastián Laza brindó un análisis detallado del escenario económico y consideró que el dato fue “sorpresivo, pero negativo”.
Laza explicó que, si bien el dato tiene un componente estacional marcado, sobre todo por el impacto del rubro educación (21,6%) y alimentos y bebidas (5,9%), lo preocupante es que la inflación núcleo que excluye precios regulados y estacionales se mantuvo en un 3,2%. Según el economista, esto indica una tendencia que va más allá de los efectos pasajeros y podría responder a recomposición de precios o expectativas empresariales sobre cambios futuros en la política económica.
"Lo estacional explica parte del aumento, pero la inflación núcleo no cede. Y eso, para muchos colegas, sigue siendo alto”, señaló. “Más aún si se tiene en cuenta que la devaluación fue mínima, apenas del 1% mensual”, agregó.
La inflación núcleo es un indicador económico que mide el aumento de precios de bienes y servicios sin considerar factores estacionales ni regulaciones gubernamentales, no incluye ninguna suma del gas, de la luz, del agua, de lo que es teléfonos celulares, otros servicios etc.
Laza puso el foco en la llamada “pata cambiaria” del programa económico y sostuvo que, si bien hay mejoras fiscales y monetarias, el mercado aún no está convencido de la sostenibilidad del rumbo. En este sentido, mencionó que tanto el ministro de Economía Luis Caputo como el propio presidente Javier Milei han dejado abierta la posibilidad de cambios en el esquema cambiario, como un sistema de bandas para el tipo de cambio oficial, algo que ya impacta en las expectativas inflacionarias.
A pesar del contexto, destacó que la inflación interanual descendió notablemente, pasando del 287% en marzo de 2023 al 55,9% este año, aunque advirtió que esa baja debe analizarse en contexto, ya que fue influida por la devaluación inicial de diciembre. “Estamos con números similares a los de la gestión anterior, pero con un fuerte ajuste fiscal y monetario. Algo no está cerrando del todo”, sostuvo.
El especialista consideró que la evolución de la inflación dependerá en gran medida de lo que el Gobierno anuncie en los próximos días. “La visita del secretario del Tesoro de EE.UU. y un posible respaldo del FMI buscan precisamente apuntalar esa debilidad estructural en el frente cambiario”, explicó.
Finalmente, Laza afirmó que, si se consolida la estabilidad cambiaria, es posible retomar una senda descendente de la inflación. “Debería bajar si se sostienen los equilibrios fiscal y monetario. Pero mientras la variable cambiaria siga siendo débil, vamos a seguir navegando a medias”, concluyó.