En la madrugada de este viernes, una bebé de tan solo un día y medio de vida fue encontrada abandonada en la puerta de una vivienda en el barrio Alto Mendoza de la capital. La dueña de la casa, Soledad Ripoll, relató que la niña estaba protegida del frío, con un delicado aroma en su cabello y las uñas recortadas. Ripoll expresó su deseo de que la madre pueda reconsiderar su decisión y recuperar a la pequeña. A pesar de la impactante situación, la bebé no derramó lágrimas en ningún momento.
"Un encuentro inesperado"
Soledad Ripoll narró en radio Nihuil cómo se desarrollaron los eventos: "Fue un episodio muy veloz. Al escuchar el timbre, primero indagué sobre la identidad del visitante y noté una manta en el umbral de mi hogar. Dado que mi esposo es veterinario, mi primer pensamiento fue que se trataba de un animal, algo que suele sucedernos. Al asomarme, me encontré con una hermosa bebé". Ripoll, en el último mes, ya había adoptado a un perro al que apodó "Pelusa", por lo que la aparición de la bebé generó una mezcla de emociones: "Pensé: 'Otro animalito más, ¿qué haremos?'".
En estado de shock y sosteniendo a la niña en sus brazos, la mujer llamó a su marido, quien no respondió. Luego buscó la orientación de su madre, quien la instó a comunicarse con el número de emergencias 911. En cuestión de minutos, tanto la policía como una ambulancia del Servicio de Emergencias Coordinado llegaron al lugar. A pesar de la desconcertante situación, la bebé permaneció serena y no lloró en ningún momento.
Un abandono sin testigos
Ripoll comentó que tras tener a la bebé en sus brazos, salió a la calle para verificar si había alguien cerca, pero no logró avistar a ningún individuo. "Si hubieran huido precipitadamente, habría sido imposible no percibirlos. No observé a nadie en ninguna dirección; creo que se marcharon en un automóvil". En la zona, existen cámaras de seguridad cuyas imágenes serán analizadas por las autoridades en busca de pistas sobre quienes abandonaron a la bebé en la residencia de Ripoll.
La incógnita que prevalece en el caso es quién o quiénes podrían haber dejado a la pequeña en ese lugar. Ripoll reflexionó: "Tiene solo un día y medio. Lucía preciosa. Llevaba un gorrito que le retiré, aunque evité tocarla en exceso. Fue entonces cuando noté que su cabello tenía un suave perfume y un rastro de leche adornaba sus labios. Sospecho que la habían alimentado recientemente".
Un gesto humano en medio de la incertidumbre
La entrega de la bebé a las autoridades fue un proceso emotivo para esta madre. A pesar de saber que era lo correcto, sentir la necesidad de separarse de la niña le generó tristeza y desasosiego. "En la fiscalía nos informaron que la adopción no es sencilla y que es poco común encontrar a un bebé de esta manera. Por lo general, son abandonados o arrojados en lugares desolados. Sin embargo, esta bebé no fue descartada; la dejaron en la puerta de una casa con la esperanza de que alguien le brindara el cuidado que no podían proporcionarle".
Ripoll añadió: "Es posible que exista una madre que podría lamentar su decisión y desear recuperarla. La bebé estaba limpia y sus uñas cortas indicaban que fue atendida. Aunque lo que llevaba puesto era sencillo, irradiaba dignidad. Quizás la madre la dejó aquí con la esperanza de que estaría bien. Tengo dos hijos y soy ama de casa; recién he vuelto a trabajar. Dedicaba mucho tiempo a mis hijos, y tal vez eso influyó en su elección de dejármela".
La perspectiva policial y la humanidad compartida
Cuando llegó la policía al lugar, Ripoll confesó que le costó ceder a la bebé en manos de los agentes: "Aunque sabía que era lo correcto, no quería soltarla. Los policías también parecían estar encariñados, incluso discutían entre ellos por tenerla en sus brazos, demostraban el mismo afecto que yo sentía".
Agustina, una de las oficiales que respondió a la llamada, sostenía el gorrito de la bebé: "Nos lo quedamos como recuerdo en el vehículo. Esperamos poder entregárselo cuando la visitemos en el Hospital Notti". Agustina y sus colegas querían brindar apoyo y consuelo a la recién nacida. "Somos padres y deseábamos ofrecerle contención. Nuestra prioridad era asegurarnos de que estuviera en buen estado. Esta es la primera vez que nos encontramos con un caso así", expresó.
Estado de salud de la bebé y próximos pasos
Los primeros en atender a la bebé fueron los médicos del Servicio de Emergencias Coordinado, quienes llegaron al lugar poco después del llamado de Soledad al 911. Tras una evaluación inicial, señalaron que la apariencia del cordón umbilical sugería que había nacido en una vivienda. Además, estimaron que la bebé tenía solo un día y medio de vida. La niña fue trasladada al Hospital Notti, donde quedó bajo observación en el área de Neonatología en condición general estable. Debido a que el caso está siendo tratado legalmente, el hospital no puede proporcionar detalles adicionales sobre su estado.
Este conmovedor incidente resalta la importancia de la solidaridad humana en momentos de incertidumbre y la necesidad de cuidado y apoyo para los más vulnerables en nuestra sociedad.