Lo que parecía imposible se materializó esta semana en el sur de Estados Unidos: una tormenta invernal rompió todos los esquemas al dejar acumulaciones de nieve sin precedentes en estados tradicionalmente cálidos como Florida, Texas, y Alabama. La situación, descrita como “histórica” por el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés), afectó severamente la movilidad, infraestructura y rutina de millones de personas.
El epicentro de la sorpresa fue Milton, una pequeña ciudad en el Panhandle de Florida, que amaneció cubierta por 22.3 cm de nieve, superando por más del doble el récord anterior de 10.2 cm establecido en 1954. Según el NWS, ciudades como Pensacola, Tallahassee y Jacksonville también quedaron bajo un manto blanco, con acumulaciones que oscilaron entre 5 y 20 cm, algo nunca antes visto en el estado del sol.
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Un estado acostumbrado al calor, enfrentando el hielo
Florida, conocida por su clima tropical, no está preparada para enfrentar tormentas invernales de esta magnitud. Desde aeropuertos hasta carreteras y escuelas, todo quedó paralizado. El gobernador Ron DeSantis declaró el estado de emergencia y movilizó recursos para lidiar con la inusual situación. "Estamos usando quitanieves en Florida, algo que jamás habríamos imaginado", comentó en una rueda de prensa.
El impacto se sintió particularmente en la Interestatal 10 (I-10), donde un tramo de 112 kilómetros entre Pensacola y la frontera con Alabama tuvo que ser clausurado por la acumulación de nieve y hielo. Además, se reportaron decenas de accidentes viales debido a las peligrosas condiciones del pavimento.
Los aeropuertos de Tallahassee y Jacksonville suspendieron sus operaciones, mientras que más de 2,300 vuelos fueron cancelados en todo el país, afectando especialmente a aeropuertos clave en Houston, Nueva Orleans y Atlanta.
Una ola invernal que superó fronteras
Aunque Florida acaparó la atención, otros estados del sur también sufrieron los embates de esta tormenta invernal. En Nueva Orleans, Luisiana, la nieve alcanzó los 20 cm, superando ampliamente el récord de 6.8 cm registrado en 1963. En Mobile, Alabama, se rompió un récord que había permanecido intacto desde 1881, con una nevada de 13.7 cm.
Texas, conocido por sus inviernos templados, no fue la excepción. Ciudades como La Porte, Pine Forest y Vidor registraron 15.2 cm de nieve, mientras que Houston amaneció cubierta con hasta 10 cm.
El origen de lo improbable
Los meteorólogos atribuyen esta tormenta a una combinación atípica de factores. Una masa de aire ártico descendió desde Canadá hasta el Golfo de México, interactuando con niveles elevados de humedad, lo que generó las condiciones perfectas para la formación de nieve en regiones donde esto es casi inexistente. “Es un evento extremadamente raro; la última vez que vimos algo similar fue en 1895”, explicó Dave Osterberg, meteorólogo de FOX 13.
El NWS advirtió que las temperaturas bajo cero continuarán afectando al sureste de Estados Unidos durante varios días, con mínimas de hasta -5 °C en el norte de Florida y -16 °C en Nueva Orleans, la temperatura más baja registrada en esa ciudad desde 1893.
Este frío prolongado complicará aún más la situación, ya que se espera un ciclo de deshielo y recongelación que mantendrá las carreteras peligrosas y podría causar más cortes de electricidad. Sin embargo, se prevé que las temperaturas comiencen a recuperarse hacia el fin de semana, con máximas que alcanzarían los 20 °C en algunas áreas del sur.
La tormenta invernal de esta semana no solo rompió récords meteorológicos, sino que dejó una huella imborrable en los habitantes del sur de Estados Unidos, quienes probablemente nunca imaginaron despertar bajo una capa de nieve. Lo que ocurrió en estos días será recordado como un raro y extraordinario capítulo en la historia climática de la región.