El primer ministro británico, Boris Johnson, impuso nuevas medidas contra el coronavirus y dispuso un endurecimiento de las restricciones para frenar la creciente propagación de la variante Ómicron en un contexto en el que la misma ya fue detectada en más de 300 personas.
De esta manera, las autoridades dispusieron que el Reino Unido pase al plan B y se reintroduce la directiva de trabajar desde casa a partir del lunes, así como la obligación de usar barbijo, incluso en el interior.
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Los anuncios se producen en medio de los temores por la nueva variante Ómicron, cuyo tiempo de duplicación en el Reino Unido se estima "entre 2 y 3 días". Además, el Gobierno británico también extiende la obligatoriedad del uso de las mascarillas a la mayoría de lugares públicos cerrados.
También el país europeo introducirá el pase sanitario en algunos lugares, y para los casos de contacto con Covid-19, se impondrán pruebas diarias en lugar de aislamiento. Las nuevas medidas entrarán en vigor dentro de una semana.
Las mismas llegan en un momento en que el Gobierno se enfrenta a fuertes críticas tras la filtración de un video en el que se observa a funcionarios del Gobierno de Johnson bromeando sobre la celebración de una fiesta de Navidad en la que se rompe el aislamiento.