En medio de un contexto de acaparamiento por parte de los países ricos y trabas a las exportaciones, el mecanismo Covax entregó este año menos de la mitad de dosis contra la Covid-19 que tenía como meta inicial y, si bien la variante Ómicron amenaza con acrecentar la brecha, la aprobación de nuevos fármacos genera esperanza para el 2022.
El único mecanismo multilateral destinado a la distribución equitativa de vacunas entregó hasta el momento un poco más de 900 millones en 144 países, de acuerdo a datos oficiales. Esta cifra, sin embargo, está muy lejos de las 2.000 millones propuestas cuando se creó en abril de 2020, impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Alianza para la Vacunación (GAVI) y la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI).
Esta semana, el Gobierno argentino ofreció donar 1.096.800 vacunas contra el coronavirus al mecanismo Covax para acelerar su campaña global.
La entrega de vacunas por parte de Covax se aceleró en el último cuatrimestre de este año y en septiembre alcanzó un primer récord mensual con más de 150 millones localizadas, mientras que el 29 de noviembre se logró la marca diaria con 11.386.090 dosis, de acuerdo a datos de Unicef y Gavi, respectivamente.
En diciembre se aceleró aún más: 300 millones en todo el mes y, de ellas, 100 millones entre el 22 y el 29, según informó Gavi.
Pero la aparición de la variante Ómicron puede cambiarlo todo: la mutación detectada por primera vez en Sudáfrica generó una mayor urgencia de inoculantes en los países en desarrollo pero también en los más industrializados que desde el inicio de la pandemia se encargaron de acopiar dosis a través de contratos bilaterales con las grandes farmacéuticas.
Ya se administraron más de 9.000 millones de vacunas en el mundo, con una tasa de inoculación de 164 dosis cada 100 personas en naciones de ingresos altos y medios altos frente a 82 en las de ingresos medios bajos y solamente 11 en las más pobres, según el sitio Our World in Data vinculado a la Universidad de Oxford.
Puesto de otra forma, mientras algunos Gobiernos anuncian terceras y cuartas dosis de refuerzo, hay 41 países que no pudieron inmunizar al 10% de su población y 98 tampoco alcanzaron al 40%, que era el objetivo de la OMS para cerrar este año.
Este acaparamiento jugó en contra de Covax que alimenta parte de su stock con donaciones de fármacos que realizan las naciones ricas.
Incluso cuando sí hubo donaciones, a menudo existen complicaciones adicionales como la falta de jeringas o lotes con una vida útil muy corta, ya que fueron entregados cerca de su fecha de vencimiento, de acuerdo a las denuncias de la Unión Africana, el bloque que representa a los Gobiernos del continente más castigado por la falta de inoculantes.
La organización africana pidió que lleguen sueros que puedan ser almacenados durante al menos 10 semanas y que se les avise con, por lo menos, cuatro semanas de antelación de las entregas, además de recibir lotes más grandes para hacer campañas más eficaces.
El acaparamiento y los problemas con las donaciones no fueron las únicas razones del fracaso del Covax: India, el principal productor de vacunas en el mundo, prohibió durante casi siete meses la exportación de inoculantes con el objetivo de destinarlos para combatir el coronavirus en su territorio en medio de su peor brote.
De esta forma, el mecanismo multilateral se quedó durante gran parte del año sin las dosis del laboratatorio Serum Institute of India (SII), que iba a ser su principal proveedor con las vacunas de AstraZeneca que comercializa bajo el nombre Covishield.
A fines de noviembre se levantó la barrera comercial que había sido levantada a fines de abril, época en la que India superaba los 400.000 casos diarios de Covid-19.
Otro hito esperanzador de cara a 2022 es la aprobación de nuevos fármacos por parte de la OMS, lo que es un requisito previo a que se puedan sumar para suministrar stock al Covax.
El inoculante del laboratorio estadounidense Novavax fue el décimo y último en añadirse a la lista junto a la Covaxin del laboratorio indio Bharat Biontech, Covovax producida por el SII; Pfizer/BioNTech; Moderna; AstraZeneca (también la versión Covishield), Johnson & Johnson, Sinopharm y Sinovac.
El cierre del 2021 también deja como noticia alentadora la autorización también de la primera vacuna anticovid elaborada en Latinoamérica: una versión de AstraZeneca fabricada conjuntamente por Argentina y México.
El objetivo de Covax ahora es alcanzar las 2.000 millones de dosis entregadas durante la primera mitad de 2022, el año "en el que acabemos con la pandemia", de acuerdo al deseo expresado recientemente por el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.