La Argentina votó este miércoles en las Naciones Unidas una resolución que “deplora la agresión” de Rusia sobre Ucrania y llama a un cese inmediato al cese del fuego. Además, fue uno de los patrocinadores de esa declaración, que fue avalada por más de un centenar de países y que da un fuerte mensaje político global al régimen de Vladimir Putin.
El Gobierno ratificó de esta forma, en la Asamblea General extraordinaria sobre Ucrania, la condena que había manifestado el canciller Santiago Cafiero el lunes en el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, un organismo que ahora preside nuestro país.
La resolución de la Asamblea fue patrocinada por Argentina (un gesto de apoyo más claro aún) y casi 90 países.
Fue votada por 141 naciones. Solo 5 votaron en contra: Rusia, Bielorrusia, Corea del Norte, Eritrea y Siria. Hubo 34 abstenciones, entre ellas China, Nicaragua, El Salvador e Irán.
La Asamblea urgente fue convocada en Nueva York de forma extraordinaria, un acontecimiento que no sucedía desde hace 40 años, por la ofensiva rusa. Solo en 11 ocasiones en la historia del organismo se había llamado a esta convocatoria inusual. Sucedió porque el Consejo de Seguridad de la ONU –con el lógico veto de Rusia, miembro permanente— no pudo avanzar en una condena a la invasión.
La representante argentina ante la ONU, María del Carmen Squeff ya había anticipado el martes la posición argentina en un discurso en el recinto.
“Argentina condena la invasión a Ucrania y reitera a la Federación Rusa que cese inmediatamente el uso ilegítimo de la fuerza, así como las operaciones militares en territorio ucraniano”, dijo la funcionaria y también, en velada alusión a Malvinas, destacó el respeto al principio de integridad territorial.
La postura en este tema fue algo muy incómodo para el presidente Alberto Fernández, que había viajado a Moscú hace pocas semanas y allí le ofreció a Putin que su país fuera “la puerta de entrada” de Rusia a América latina. Esto causó malestar y preocupación en EE.UU., que es un actor fundamental en el Fondo Monetario Internacional, con quien argentina renegocia la deuda.
La posición argentina en la ONU hoy está alineada con la región, Europa y Estados Unidos, y lima asperezas con Washington, que saludó la condena expresada por Cafiero en Ginebra.
La resolución votada este miércoles fue aprobada por más de dos tercios de los votos y no lleva fuerza vinculante (solo el Consejo de Seguridad tiene esa prerrogativa). Pero tiene un fuerte peso político. Más de 100 oradores pasaron desde el lunes por el estrado para manifestar su posición, la mayoría con duras críticas a Rusia y el reclamo el fin de su “injustificada” invasión de Ucrania.
Te puede interesar
Para sumar más votos, tras el rechazo de un texto similar rechazado por el veto de Rusia el viernes, el lenguaje de la resolución fue atenuado. No “condena” la “la agresión de Rusia contra Ucrania” sino que la “deplora en los términos más fuertes”.
Exige que Rusia "ponga fin de inmediato" al uso de la fuerza y que "retire de inmediato" todas sus fuerzas militares de Ucrania. También que revierta el reconocimiento de las zonas de Donetsk y Luhansk.
El representante de Ucrania hizo una fuerte denuncia: “Ya está claro que el objetivo de Rusia no es solo la ocupación. Es un genocidio”, dijo el embajador. Con una pequeña Carta de las Naciones Unidas, donde están expresados los derechos internacionales, en la mano, dijo: “Cada país que esta votando a favor ratificará la validez de la Carta. Es nuestro deber ratificar la carta en tiempos de guerra”.
Por su parte, el representante ruso, denunció una “presión sin precedentes” de Occidente sobre muchos países para que votaran a favor de la resolución. “Más que presiones son amenazas abiertas y cínicas” y advirtió que el documento “no va a poner fin a las actividades militares, todo lo contrario, podrían envalentonar a los nacionalistas de Kiev”.