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Un triunfo que se consolidó en las grandes regiones urbanas transformó a Gabriel Boric, el joven diputado de Magallanes que el 11 de febrero cumple 36 años, en el nuevo Presidente de Chile que, a priori, gobernará hasta 2026 si es que la propuesta constitucional de la Convención no señala otra cosa. Será, además, el Mandatario de menor edad de la historia de Chile, superando por meses a Manuel Blanco Encalada.
Boric se impuso holgadamente en la Región Metropolitana, zona dominada por alcaldes de Apruebo Dignidad y que en la primera vuelta ya había triunfado. También ganó en la Región de Valparaíso –otro sector ligado al Frente Amplio- y sorprendió al quedarse con la mayoría en Antofagasta, región que en noviembre se había impuesto Franco Parisi con 33%. También se quedó con Atacama, el feudo de Yasna Provoste y la única región en que ella triunfó. Si bien Kast repitió su triunfo en Arica y Parinacota, Tarapacá, La Araucanía, no pudo sumar los votos para volver a imponerse en O'Higgins y Los Ríos. El abanderado de Apruebo Dignidad, en tanto retuvo Aysén y Magallanes.
En la primera vuelta, Kast sacó 1.961.779 votos (27,91%) mientras que Boric obtuvo 1.815.024 sufragios (25,82). Si bien no fueron porcentajes amplios (los apoyos de Kast fueron 300 mil más de los que sacó el Rechazo en el Plebiscito y Boric sumó cerca de 70 mil votos a los que recibió la primaria de Apruebo Dignidad), ambos se distanciaron bastante de sus seguidores más cercanos: Franco Parisi (con algo más de 900 mil votos y un 12,81%) y Sebastián Sichal (con 898.635 sufragios con 12,79%). En una quinta posición remató Yasna Provoste (815 mil votos y un 11,60%) y cerrando el marcador Marco Enríquez-Ominami (534 mil y 7,6%) y Eduardo Artés (102 mil y 1,4%).
De todos modos, Kast fue el candidato que ganó la primera vuelta con el porcentaje de votos más bajo: Ricardo Lagos pasó al balotaje con 47,7% en 1999, Michelle Bachelet con 45,9% seis años después y Sebastián Piñera con 44% en 2009. Luego Bachelet repitió en 2013 con 46,7% y Piñera hace cuatro años obtuvo un 36,6% de los sufragios.
Gabriel Boric enfrentará un escenario político y social extremadamente complejo, con los estertores de una pandemia que aún no termina y un proceso constituyente abierto, en pleno desarrollo, que finalizará en 2022 con un Plebiscito en medio del primer año de mandato. A eso se suman las negras proyecciones económicas para el mediano plazo. El Informe de Política Monetaria del Banco Central proyecta que para el próximo año el crecimiento sea entre 1,5% y 2,5% y para 2023 un magro rango de entre 0% y 1%.
La tasa de interés ya está en un 4% y no se descarta que incluso llegue a cerca de un 7% en 2022. El futuro mandatario, además, no tendrá mayoría en el Congreso, lo que para algunos es una señal clara que obliga a ambos candidatos a moderarse. Habrá un Senado partido por la mitad –un 50% para la centroderecha y la derecha y un 50% para la centroizquierda, la izquierda e independientes afines-, mientras que la Cámara quedó compuesta por diversas fuerzas fragmentadas y es una incógnita cómo se ordenarán los 155 diputados y diputadas.
En las elecciones de 1999 –la primera que derivó a una segunda vuelta- la distancia entre Ricardo Lagos y Joaquín Lavín, fue de 31.140 votos (es decir 0,45%), la diferencia más corta entre dos contendores. Semanas después, Lagos ganó el balotaje con 2,62% de distancia y esa misma noche el candidato de la UDI reconoció su derrota. Seis años más tarde, Michelle Bachelet se impuso a Sebastián Piñera con una diferencia de 1.426.997 votos, una distancia de 20,55%.
Luego, Bachelet se impuso en segunda vuelta por siete puntos porcentuales. En 2009, Piñera derrotó a Eduardo Frei con una diferencia de 1.009.103 votos (14,46%), mientras que en el balotaje el actual Mandatario ganó por 3,22%. En 2013, Bachelet se impuso a Evelyn Matthei con una distancia de 21,67% -1.427.358 votos- la mayor distancia porcentual desde que existe el mecanismo de la segunda vuelta. De hecho, en la elección posterior, Bachelet superó a la actual alcaldesa de Providencia con 62% versus un 37%, aunque con una participación bajísima. En 2017, en segunda vuelta, el Presidente Sebastián Piñera sacó 54,5% de los votos frente a 45,2% de Alejandro Guillier, sumando 3.796.579 sufragios, la cifra más alta desde 1993, cuando Eduardo Frei sacó 4.040.497.
Saludos internacionales.