El presidente Jair Bolsonaro recibió hoy el apoyo de Neymar para su reelección luego de visitar el Instituto Neymar, el proyecto social que comanda la estrella de la selección brasileña.
La polémica comenzó cuando el compañero de Lionel Messi en el PSG de Francia, en una gira de campaña en la cual calificó ante sus seguidores al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva como el "ladrón más grande de la historia de Brasil".
La vista al Instituto Neymar se dio luego de que el martes Lula, del Partido de los Trabajadores (PT), recibiera el apoyo de atletas olímpicos y de exfutbolistas, entre ellos los del movimiento Democracia Corinthians, que en el equipo de inicios de los años 80 hizo evidente su repudio a la dictadura militar.
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"Agradezco presidente esta visita ilustre. Me gustaría mucho estar ahí con ustedes. La próxima estaremos juntos. Esperemos que aprovechen la visita al Instituto, que es el mejor gol que hice en mi vida. Estoy muy feliz de que estén ahí", dijo Neymar en un video distribuido por la campaña de Bolsonaro a la prensa.
El futbolista agradeció a Bolsonaro, a la primera dama, Michelle Bolsonaro, y al candidato bolsonarista a la gobernación de San Pablo, Tarcisio de Freitas.
Bolsonaro visitó las instalaciones del Instituto Neymar y se sacó fotos con niños a su alrededor en una actividad de campaña y no como jefe de Estado.
Neymar ha respaldado abiertamente al Gobierno de Bolsonaro en varias ocasiones.
En 2019, el presidente lo visitó en un hospital en Brasilia luego de que se hubiera lesionado en un amistoso entre las selecciones de Brasil y Qatar, mientras que el mes pasado el futbolista le regaló la pelota del Mundial y Bolsonaro le retribuyó diciendo que 2022 iba a ser su año.
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El año pasado, el senador Flavio Bolsonaro, coordinador de la campaña de su padre, publicó en las redes sociales una foto mostrando el respaldo a su gestión por parte del futbolista del PSG.
Después de la visita al Instituto Neymar, Bolsonaro participó de una caravana en motocicleta por Sao Vicente sin casco y finalmente ofreció un discurso a la militancia ultraderechista que lo esperaba, dentro de un galpón que sirvió como escenario para protegerse de la lluvia.
De cara a las elecciones del domingo, Bolsonaro sostuvo que la población tendrá que elegir entre dos personajes conocidos.
"Hay que elegir entre Bolsonaro y Lula da Silva, el mayor ladrón de la historia del país, que quiere volver al lugar del crimen", dijo el presidente sobre el líder del PT, quien estuvo 580 días preso por corrupción por una sentencia que luego fue anulada por manipulación y persecución política por parte de la Fiscalía y del exjuez Sérgio Moro, quien ejerció como ministro de Justicia bolsonarista.
Y siguió: "Lula no volverá porque vamos a ganarle en primera vuelta".
El presidente prometió que "las cosas mejorarán más después de la reelección" debido a que, argumentó, el país es un "ejemplo para el mundo" por haber controlado la inflación, estar transitando el tercer mes de deflación y haber reducido el precio de los combustibles.
La rebaja drástica en el precio de los combustibles de junio, luego de haber registrado techos históricos desde fines de 2021, se debió a que se redujeron impuestos regionales que a la vez desfinanciaron los fondos educativos y el sostén para la salud pública de los estados.
"Como militar juré dar la vida por la patria, todo haremos por nuestra libertad. Hicimos levantar el patriotismo", afirmó.
Fustigó a Lula y sus aliados al afirmar que "no tienen compromiso con la familia, ya que quieren el poder por el poder mismo, sin darse cuenta de que Brasil le pertenece al Señor".
Los estudios de Globo albergarán mañana el debate entre los candidatos a la elección del domingo, en el que Bolsonaro buscará sumar respaldos para reducir la ventaja que, según las encuestas, le saca el exmetalúrgico y llegar a un balotaje el 30 de octubre.