La toma de la sede de los tres poderes democráticos de Brasil se ha saldado por ahora con 400 detenidos, después de que Lula decretara la intervención federal en Brasilia, apartando al gobernador Ibaneis Rocha, y asegurara que no habrá impunidad para los responsables de este ataque. Después de horas de tensión, las fuerzas de seguridad de la Corte Suprema y policías antidisturbios han formado un dispositivo de choque que finalmente ha desalojado el Congreso Nacional, el Palacio de Planalto —sede del ejecutivo— y la Corte Suprema, tomados por miles de bolsonaristas cuyas acciones han sido mostradas en portadas de todos los medios, y en las redes sociales, a lo largo de este 8 de enero, remitiendo claramente a lo sucedido el 6 de enero de 2021 en el Capitolio, cuando otra muchedumbre, aquella vez compuesta por seguidores del presidente Donald Trump, quiso impugnar la victoria electoral de Biden tomando la sede del poder legislativo estadounidense con vistosos e inéditos atuendos. Los arrestados se enfrentarán a penas de hasta 12 años de cárcel por intento de golpe de Estado
Te puede interesar
En informaciones preliminares la prensa de Brasil detalla que la Policía Federal identificó la centralidad del plan de los actos terroristas. La misma institución abrirá una investigación sobre el alcance de la planificación. Lula Da Silva aseveró en su discurso que indagaran a quienes financian a los grupos de ultraderecha.
El gobernador del Distrito Federal, Ibaneis Rocha, un aliado de Jair Bolsonaro, expresó sus disculpas al mandatario por los ataques. El jefe regional, desplazado por el gobierno del mando de las policías, grabó un video. En su mensaje pide disculpas a las autoridades de la suprema y del congreso de Brasil.
Te puede interesar