El secretario de Programación Económica, Gabriel Rubinstein, admitió que hasta que no se logre unificar el mercado de cambios, la economía seguirá desordenada y las empresas tendrán ganancias "más altas que las normales". Lo hizo en referencia al reclamo de Cristina Fernánez de Kirchner al denunciar esas ganancias en su cuenta de Twitter.
"Hasta que no logremos la unificación cambiaria, habrá cierto desorden y márgenes empresariales más altos que los normales. Pero unificar el mercado de cambios, sin robusto superávit fiscal primario, y casi sin Reservas, luce demasiado riesgoso. El norte (tres años) debería ser ese", sostuvo el funcionario del Ministerio de Economía.
A su criterio: "La culpa del desorden cambiario, las altísimas brechas, la obligación a financiarse a 180 días para importar, cupos, etc., etc., no la tienen las empresas. Aunque haya abusos normativos y corrupción. Es nuestra responsabilidad (Gobierno) que todo esto mejore".
"Desde el Gobierno, actuaremos para mejorar el sistema cambiario, cuyo desorden facilitó suba de márgenes brutos empresariales exageradamente, y sobre los factores de inercia", enfatizó.
En un hilo de Twitter, Rubinstein consideró además: "Lo antes que podamos deberíamos volver a la macro de 2003-2005: superávit primario del 3% del PIB. Por ende superávit externo del 2% PIB. Dólar único. Inflación del 5% anual (sin controles de precios). Tasa Lebac (Leliq) 6% anual. US$ 40.000 millones de reservas netas".
Por otra parte, el funcionario estimó: "El exceso de demanda agregada que provoca el déficit fiscal seguirá impulsando una alta inflación. Actuando sobre la inercia, y sobre márgenes (bajando brecha cambiaria, acuerdos y otras acciones), podremos bajar el IPC del 90% al 60%. Sólo un primer paso".
"Y si el Congreso mejorase el Presupuesto, eliminando el déficit fiscal primario, nos brindaría una gran herramienta para podamos volver a obtener una inflación normal, del orden 10% anual, en menos tiempo de lo que casi todos creen", garantizó.
Para Rubinstein: "Atacando la inercia inflacionaria y procurando una razonable caída de márgenes empresariales, podremos lograr que la inflación real se acerque a la teórica".
El número dos del Palacio de Hacienda consideró que la meta del 60% de inflación anual para 2023, que contempla el Presupuesto Nacional, "es realista".
También dijo que el "impulso monetario de origen fiscal", sería compatible con una inflación del 40% anual (3% mensual).