El impacto económico de la baja en retenciones al agro
El ajuste temporal en las retenciones a las exportaciones agrícolas tendrá un costo fiscal estimado en 800 millones de dólares, según datos proporcionados por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca. Esta cifra representa el 0,13% del Producto Bruto Interno (PBI) y supera la mitad del superávit financiero registrado por el Estado nacional en 2024.
De acuerdo con un análisis del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), este costo no se solventará a través de una única fuente de recursos, sino que afectará distintas áreas de las cuentas públicas. Para contextualizar la magnitud de este impacto, IARAF señaló que representa el 42% del resultado fiscal del año pasado, el 1,4% de los ingresos no coparticipables, y el 0,8% de los ingresos tributarios totales.
Además, este costo equivale al 0,8% del gasto público primario, al 11,5% de los subsidios energéticos, al 29% del déficit operativo de empresas estatales, al 33% de la inversión pública directa, y al 47% de las transferencias no automáticas hacia provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Detalles de la medida y los sectores beneficiados
La disposición, que estará en vigor desde el 27 de enero hasta el 30 de junio, abarca productos como maíz, trigo, girasol, soja y sus derivados. Asimismo, establece la eliminación definitiva de impuestos a las exportaciones de diversas economías regionales que antes enfrentaban tasas de entre el 2,5% y el 5%. Entre los sectores beneficiados se encuentran los productores de azúcar, algodón y arroz, que actualmente lidian con precios internacionales deprimidos y una elevada presión tributaria.
En cuanto a los derechos de exportación, las alícuotas para la soja disminuirán del 33% al 26%, mientras que para los derivados de este cultivo la reducción será del 31% al 24,5%. En el caso del trigo y la cebada, pasarán del 12% al 9,5%; el sorgo y el maíz también bajarán del 12% al 9,5%; y el girasol reducirá sus tasas del 7% al 5,5%.
Un alivio temporal con miras a las economías regionales
La medida no solo busca aliviar la carga fiscal de los grandes cultivos de exportación, sino también brindar un respiro a las economías regionales, fomentando su competitividad en un contexto económico complejo. Sin embargo, el impacto en las finanzas públicas será significativo, planteando interrogantes sobre cómo se equilibrarán las cuentas en un año donde el superávit financiero ya enfrenta desafíos.