Por ese lado, en lo que respecta al potencial de la producción rural, la industria agrícola ha mostrado indicadores sumamente esperanzadores, y también ha habido niveles de producción y de incorporación de maquinarias que se asemejan a años récord del rubro.
Sin embargo, el foco se pone ahora en lo que son los insumos agrícolas. Entre otros factores, y dado el contexto provechoso, termina por haber faltante de recursos, repuestos y materias, lo que pone este cierre de año en situación de prestar mucha atención a los mercados y a la planificación por parte de cada productor y empresario.
¿Qué aspectos resultarían positivos y cuáles requieren de un buen análisis para poder sacar buen provecho al contexto?
Cómo viene la situación de los insumos agrícolas
Durante los últimos meses, ha habido versiones cruzadas sobre la disponibilidad y stock de una gran variedad de insumos, que pueden ser desde semillas de sorgo, hasta maquinaria o implementos para el almacenamiento de siembra como silo bolsas.
Por un lado, desde distintas cámaras empresariales y según datos de distintas consultoras se maneja la información de que se vendrían sufriendo faltantes de productos, insumos o repuestos en el último mes y medio, al menos. Esto ocurriría para agricultores, ganaderos, y todo tipo de rubros y productores.
Desde un lugar opuesto, funcionarios y entidades gubernamentales como la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios o el propio Ministerio de Agricultura, Ganadería, y Pesca de la Nación, respondieron a esto que los volúmenes que se manejan actualmente sobre los muchos insumos sobrepasan a los registrados en el mismo momento de años anteriores.
Pese a estas posturas contrarias, los mercados demostrarían que precios de muchos han aumentado considerablemente desde el 2020, lo que trae sus consecuencias en la producción, en la adquisición de elementos de acopio como el uso de silo bolsas, o incluso en la de insecticidas.
Esto podría indicar que más allá de si hay una gran faltante de insumos o no, el contexto actual estaría evidenciando un encarecimiento de todo tipo de gastos para productores.
¿Qué factores entran en juego para que esto ocurra?
Lógicamente, no puede atribuirse la situación que describimos a un sólo elemento, ni tampoco acotarlo al plano nacional o sólo al internacional.
Las razones detrás están dadas por cuestiones multifactoriales que tienen lugar tanto en el universo local del país, así como en el resto del mundo, y en mercados y países extranjeros que tienen consecuencias directas o indirectas en la producción argentina.
En lo que respecta al contexto internacional, la pandemia tuvo sus claros y sostenidos efectos en todo el mundo, lo que involucra: problemas en producción y elaboración de insumos y materiales; contratiempos en las cadenas de entrega de dichos elementos; por la apreciación de monedas de países con los que comercian productores y empresarios de nuestro país; retrasos y cierres de fábricas que proveen insumos claves para nuestro mercado, entre otros factores.
Sobre los detonantes nacionales, las limitaciones a las importaciones son uno de los que más resalta para los analistas.
¿Qué aspectos positivos o provechosos hay en esta situación?
Primero, a pesar de lo antes descrito, la suba de precios internacionales de cereales y otras producciones que se hacen en el país, significaron al mismo tiempo un aumento del ingreso de divisas y una buena proyección para las exportaciones de cara al 2022. Esto podría ser un punto para no desalentarse frente al contexto actual.
Segundo, instrumentos como las tarjetas agropecuarias, las posibilidades de financiación y los convenios existentes, las tasas y condiciones bastante más accesibles que otros años, y los préstamos para comprar los insumos, permiten sacar provecho a la compra de estos materiales.
Por último, dadas las condiciones actuales y lo que se prevé para el año que viene, tomar la delantera y comprar de antemano insumos que serán necesarios más adelante, es una buena forma de evitar cualquier faltante de stock o tener que pagar más por algo que podría haberse conseguido a un mejor precio.
De esta manera, el panorama es cambiante y no hay futurología que valga, pero siguen activas distintas herramientas para poder adquirir los insumos agrícolas importantes, sin tener que correr riesgos innecesarios, a precios accesibles y con margen de tiempo.