Las proyecciones de los especialistas sugieren una posible disminución de la pobreza al 37%, impulsada por la desaceleración de la inflación. En cuanto a la indigencia, se estima que podría oscilar entre el 8% y el 10%, lo que representaría una mejora significativa en comparación con el 18,1% registrado en el primer semestre de 2024.
Estos datos reflejan la marcada diferencia entre los dos períodos del año: los primeros meses de 2024 se caracterizaron por un aumento en la pobreza y la indigencia, debido a la devaluación del peso, la alta inflación, la caída en la actividad económica y la reducción del empleo. Sin embargo, la segunda mitad del año mostró una tendencia positiva, impulsada por la disminución de la inflación, la recuperación parcial de la economía y el aumento en los ingresos de los hogares.
El presidente Javier Milei, en su discurso de apertura de sesiones ordinarias, mencionó una disminución de la pobreza del 56% al 33%, según datos trimestrales. Atribuyó esta caída a la baja inflación, el aumento de salarios y jubilaciones, y el incremento de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y el Plan Alimentar.
Por su parte, la Universidad Di Tella estima que la tasa de pobreza en Argentina podría haber sido inferior al 37% en el segundo semestre de 2024. De confirmarse, sería el nivel más bajo desde el primer semestre de 2022 (36,5%), lo que indicaría una mejora sustancial en la situación económica del país.