El Banco Central, ante la percepción de que la tasa nominal anual del 133% para los plazos fijos en pesos resultaba insuficiente frente a las proyecciones de una inflación que podría alcanzar el 30% mensual en diciembre, decidió ajustarla a la baja al 110% anual.
Esta medida, anunciada el martes, podría impactar en el dólar MEP y el dólar blue, llevándolos nuevamente por encima de los $1000.
En aras de brindar mayor transparencia y simplificar la señal de su política monetaria, el Banco Central ha introducido cambios significativos. A partir de ahora, la tasa de interés de política monetaria estará vinculada a la tasa de los pases pasivos a un día de plazo, establecida en un 100% desde el 13 de diciembre.
La eliminación de las licitaciones de Leliq a futuro representa una medida para racionalizar la gestión de liquidez, priorizando las operaciones de pases pasivos como su principal instrumento de absorción de excedentes monetarios.
En este nuevo marco, la tasa de interés mínima para los depósitos a plazo fijo se fijó en el 110% nominal anual, considerando la abundancia de liquidez y la alta inflación.
Plazo fijo UVA
Además, el Banco Central mantiene su respaldo a los depósitos ajustables por UVA, eliminando la tasa mínima de precancelación para brindar predictibilidad a los recursos disponibles para el público.
En cuanto a las operaciones de inyección de liquidez, el BCRA continuará con la posibilidad de realizar pases activos y ofrecer puts sobre instrumentos del Tesoro. Además, a través de la Comunicación A 7921, se estableció que los títulos susceptibles de ser vendidos al BCRA mediante el mecanismo de put no serán considerados en el límite de fraccionamiento crediticio al sector público. Estos cambios buscan consolidar un esquema claro y eficiente en medio de un escenario de excedente de liquidez y marcada inflación.