En medio de la tensión que supuso su contratación, el arquero Sebastián Sosa se entrenó esta mañana ya como nuevo integrante del plantel de Deportivo Maipú.
En el regreso a las prácticas del "botellero" y bajo las órdenes del entrenador Juan Manuel Sara, el guardameta uruguayo realizó sus primeros movimientos luego de que Vélez Sarsfield le hubiese rescindido el contrato a mediados de abril pasado.
Como se recuerda, Sosa había sido imputado por la Justicia de Tucumán como "partícipe secundario por abuso sexual agravado" en el marco de la investigación que comenzó tras la denuncia de una periodista tucumana y que involucraba a otros jugadores del "Fortín".
Tras la rescisión del vínculo contractual por parte del club de Liniers, el oriundo de Uruguay había sufrido un revés judicial tras de que se le negara el permiso para salir de nuestro país y así seguir su carrera en el fútbol oriental.
El deportista se halla en libertad condicional y cuenta con restricciones por cumplir conforme a lo determinado por la Justicia y, una de estas le impide egresar de la Argentina, donde debe contar con su domicilio fijado.
Por tal motivo, quedó sin efectivizar la posibilidad de que volviese a jugar en el fútbol del vecino país, ya que tenía acordada su contratación con Miramar Misiones.
Más allá de esta situación de índole judicial, el guardavalla firmó un contrato hasta fines de 2025 con el "Cruzado".
Sosa estuvo detenido en Tucumán durante nueve días y recuperó la libertad condicional a fines del marzo pasado tras haber abonado una caución de 50 millones de pesos, tal como la Justicia le impuso oportunamente.
La sola mención del caso provocó no poco escozor en el fútbol mendocino, ya que se suma a la incorporación de Sebastián Villa a la Lepra.
Dos casos similares casi simultáneamente y ambos en clubes locales, los cuales han generado más rechazo que aceptación.