El director técnico de Godoy Cruz, Esteban Solari, brindó una extensa entrevista en el programa Ídolos y Anónimos de Radio Jornada 91.9, conducido por Jorge Barbieri. El entrenador analizó el exigente calendario que afronta el equipo, su visión sobre el plantel y los desafíos en la Copa Sudamericana y el torneo local.
Un plantel amplio, pero con equilibrio
Ante la pregunta sobre si el equipo está preparado para la doble competencia, Solari aseguró que el plantel de 38 jugadores le permite afrontar los compromisos, aunque destacó la importancia de mantener el nivel competitivo. "Hace un mes y medio estamos trabajando en consolidar un grupo. Es cierto que hay muchos jóvenes, pero el desafío es armar un equipo sólido para lograr el mejor torneo posible", explicó.
El desafío ofensivo y la falta de gol
Sobre el funcionamiento en ataque, Solari reconoció que el equipo aún está en proceso de mejora. "Queremos construir el juego desde atrás hacia adelante. Hemos mejorado mucho en la faceta defensiva, pero en ataque hay que seguir trabajando. Los delanteros necesitan continuidad y también exigimos llegada a los volantes y laterales", detalló.
En cuanto a las opciones en ofensiva, mencionó a Santino Andino, Kevin Parzajuk, Altamira y Agustín Auzmendi, quien llegó tras una gran campaña en Motagua. "Auzmendi es un 9 de área, con doble función. Va a tener sus minutos y su oportunidad. No se trata de rotar por rotar, sino de darles continuidad a los jugadores para que puedan demostrar su nivel en tres o cuatro partidos", sostuvo.
Godoy Cruz enfrentará un intenso calendario que incluye viajes a Perú, el enfrentamiento contra Independiente Rivadavia y la Copa Sudamericana. "Desde el sorteo del fixture sabíamos que jugaríamos cada tres días. Los más grandes se están recuperando y tendremos que rotar para sostener la intensidad", comentó.
Los sueños de un entrenador competitivo
Consultado sobre sus aspiraciones personales, Solari fue contundente: "Quiero ganar todo. Desde que era jugador, siempre tuve la mentalidad competitiva. No renuncio a nada. Nuestro objetivo es clasificar en la Copa Sudamericana y mejorar en el torneo local. Estamos en una zona que no nos es cómoda, pero podemos recuperar terreno".
Sobre el próximo partido ante el puntero de la zona, Independiente Rivadavia, Solari analizó: "Es un equipo experimentado, con jugadores como Ávalos y Cabral, que tiene unas condiciones increíbles. Pero sabemos que si jugamos bien y damos los pases que debemos, podemos complicar a cualquiera".
También comparó la intensidad del fútbol argentino con otras ligas: "Cada país tiene su idiosincrasia. En Argentina, el hincha es exigente, se vive el fútbol con una intensidad tremenda y prima lo físico sobre lo técnico. En otras ligas, como la chilena, el juego es más pausado y los árbitros son menos permisivos".
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El impacto de jugar sin público
Godoy Cruz aún cumple una sanción que le impide jugar con público en el estadio Malvinas Argentinas. "Me pegó mucho la sanción. Vivir tres partidos sin gente es duro. Necesitamos a nuestra hinchada. Nos costó contra Talleres y aprendimos, pero sentimos la falta de apoyo", reconoció.
El técnico también compartió su visión sobre la actualidad del fútbol argentino a nivel selección. "Rodrigo Barrios, nuestro preparador físico, trabajó en Qatar y convivió con Scaloni, Neymar y otros jugadores de élite. Siempre hablamos de cómo Argentina se reinventa. Tapia apostó por Scaloni y acertó. El predio de Ezeiza siempre fue su casa".
Una mirada global del fútbol
Solari, con experiencia en el fútbol europeo y asiático, también habló sobre sus vivencias en otros países. "Aprendí inglés, griego e italiano. En Chipre se come muy bien, con influencias mediterráneas. En China y Malasia viví experiencias únicas. En Malasia, por ejemplo, los partidos se detenían para rezar, pero el fútbol allí ha evolucionado y se ha occidentalizado un poco más".
Sobre el predio de Godoy Cruz, destacó su infraestructura: "Ver la escuela terminada, las comodidades del club y la calidad de las canchas es increíble. El predio tiene un nivel muy alto".
Finalmente, dejó abierta la posibilidad de traer algún equipo a jugar desde extranjero: "Jugué en China y dirigí en Malasia. Allá el jugador no tiene el hambre que tenemos nosotros. Un partido internacional sería interesante tanto en lo deportivo como en lo económico".
Con un estilo de juego en construcción y un calendario exigente, Solari se muestra confiado en las capacidades de su equipo. La ilusión está intacta y la meta es clara: competir al máximo en cada torneo.